Foto: EUROPA PRESS
Diseñado por Simone Micheli, uno de los cinco arquitectos más prestigiosos de Italia
MILÁN, 23 May. (EUROPA PRESS, de la enviada especial Sandra Blasco) -
Barceló ha inaugurado oficialmente el Barceló Milán, su primer hotel en esta ciudad italiana y sexto en el país, que se encuentra estratégicamente situado junto al recinto donde se desarrollará la Exposición Internacional de Milán 2015, y que cuenta con las más avanzadas y modernas instalaciones bioenergéticas que lo han convertido en un referente de turismo sostenible.
La compañía ha firmado un contrato de alquiler para explotar el Barceló Milán durante diez años prorrogables por cinco más. Los propietarios actuales son miembros de la familia de empresarios Liuni, líderes del sector de revestimientos en el país.
Numerosos políticos, empresarios y representantes de la sociedad milanesa así como el consejero delegado de Barceló Hotels & Resorts, Raúl González, asistieron este jueves a la presentación de este establecimiento de 280 habitaciones y 22 plantas, obra del famoso arquitecto y diseñador de interiores italiano Simone Micheli, que ha sido incorporado a la cadena hotelera el pasado mes de diciembre.
El hotel se encuentra situado junto en una de las nueva zonas de negocio que se está desarrollando en el noroeste de la ciudad a las puertas de la Exposición Internacional de Milán, que se celebrará del 1 de mayo al 31 de octubre de 2015.
Dispone de un moderno centro de negocios con seis salas multifuncionales que ocupan una superficie de 425 metros cuadrados y que tienen una capacidad para hasta 400 personas.
La cadena hotelera entró en el mercado italiano en 2012 con tres establecimientos en Roma a los que se unieron posteriormente dos complejos hoteleros en Calabria y ahora este nuevo hotel en Milán con el que suma un total de 1.695 habitaciones en el país.
"Confiamos en que la visibilidad y la particularidad de este hotel nos sitúe en el mercado italiano que es un mercado muy complejo pero con grandes posibilidades", aseguró el consejero delegado de Barceló Hotels & Resorts, Raúl González.
El mercado italiano es considerado como uno de los más interesantes de expansión de la compañía en Europa, que prevé duplicar su tamaño en cinco años creciendo también en el segmento urbano en Centroamérica.
"Italia es un país muy fragmentado que no tiene marcas fuertes y que no ha sabido vender su producto al exterior sino que se ha centrado en un mercado interno", explicó González, quien añadió que marcas como Barceló que apuestan por la diversificación y la especialización podría ofrecer un producto excelente para clientes de todo el mundo.
APUESTA POR EL TURISMO SOSTENIBLE.
Uno de los factores que ha hecho que el hotel de Barceló sea considerado por muchos como 'el hotel de la Expo' es su carácter ecológico que coincide plenamente con el lema que presidirá la muestra internacional: 'Alimentar el planeta, la energía para la vida'.
Para ello su creador, el famoso arquitecto Micheli ha introducido avanzados sistemas bioenergéticos que lo han convertido en un referente del turismo sostenible. "la sostenibilidad no tiene porque estar reñida con la viabilidad comercial", aseguró en un encuentro con la prensa el florentino.
El Barceló Milán destaca por la optimización que realiza de su consumo energético al adaptar la producción de energía térmica y del aire frío para la climatización a las necesidades reales que el hotel tiene en cada momento, y a la utilización de modernos sistemas de gestión que controlan automáticamente los aires acondicionados y las luces.
Además utiliza tecnologías de últimas generación como la iluminación LED y distintas fuentes de energías renovables como una planta que genera calor gracias al intercambio de fluidos, la producción de agua caliente sanitario mediante la recuperación del calor de condensación, la recuperación del calor del aire expulsado al exterior y del agua de lluvia y la implantación de placas solares y fotovoltaicas, entre otras.
DISEÑO, COLOR Y VANGUARDIA ITALIANA.
El hotel, ubicado cerca de conocidos recintos feriales donde cada año se celebran cientos de congresos y eventos en la ciudad y cercano a los dos principales aeropuertos de Milán, ofrece una gran sensación de amplitud gracias al juego de alturas y de espacios que puede ser visible desde el exterior del hotel.
Para transmitir esa sensación de relax, el arquitecto juega con distintos elementos como son el uso de color, la combinación de materiales de altas calidades, la utilización de la luz desde grandes ventanales, y los espacios a distintas alturas.
"Para mí la luz es fundamental, es como cemento armado, es una materia física más que ayuda a diseñar espacios", explicó el arquitecto que tardó seis años en elaborar el complejo proyecto.
Otra de las características del diseñador italiano es la aplicación de formas ergonómicas que imitan a la naturaleza. El máximo exponente de este aspecto se encuentra en uno de los dos restaurantes que tiene el hotel en cuyo interior un pequeño bosque de abedules deshidratados acompaña a los comensales o en el spa de 600 metros cuadrados que destaca por los grandes ventanales y las formas redondeadas.
"Para el cliente de un hotel es fundamental las sensaciones, su entorno debe de ser un vehículo de comunicación que queda para siempre marcado en su memoria", concluyó el diseñador de interiores que ahora está inmerso en proyectos en Rusia, Turquia y un spa público en Dubai.
