MADRID 12 Oct. (EUROPA PRESS) -
El otoño ha llegado, y con él, uno de los mejores momentos del año para descubrir algunos de los rincones más encantadores de Europa. Esta estación transforma las ciudades y paisajes en verdaderas postales de tonos cálidos y anaranjados, ideales para una escapada mágica antes de que llegue el invierno.
Por eso, para aprovechar al máximo esta estación mágica, Civitatis, la plataforma de distribución online de visitas guiadas, excursiones y actividades en español, ha propuesto siete destinos europeos más otoñales, con actividades únicas para disfrutar de la temporada previa al invierno.
1. Edimburgo: historia, misterio y paisajes dorados
La capital de Escocia es el destino perfecto para disfrutar del otoño. Las colinas de Edimburgo se tiñen de dorado, y parques como Holyrood Park ofrecen vistas espectaculares. La famosa Royal Mile, con el imponente Castillo de Edimburgo al fondo, se convierte en un paseo inolvidable durante esta época del año.
Para los más aventureros, una ruta de senderismo por Arthur's Seat ofrece vistas panorámicas de la ciudad rodeada de colores otoñales. El clima fresco y las hojas crujientes bajo los pies añaden un toque especial a esta encantadora ciudad.
2. Brujas: un cuento de otoño en Flandes
Brujas, conocida como 'la Venecia del Norte', se convierte en un destino de cuento durante el otoño. Pasear por sus canales rodeados de árboles dorados es una experiencia mágica.
Además, la ciudad belga es famosa por su deliciosa gastronomía, por lo que disfrutar de una tarde de chocolate belga caliente o visitar sus cervecerías históricas son planes perfectos para la temporada. Octubre y noviembre coinciden con el Festival de la Cerveza, una oportunidad única para saborear cervezas artesanales locales mientras te sumerges en la atmósfera acogedora de Brujas.
3. Praga: magia bohemia entre colores otoñales
Praga, con su rica historia y su cautivadora arquitectura, es aún más impresionante en otoño. Los puentes y calles empedradas de la ciudad, como el famoso Puente de Carlos, se ven envueltos en un ambiente otoñal de ensueño. Las hojas de los árboles caen suavemente sobre las orillas del río Moldava, creando una atmósfera tranquila.
No te pierdas el Castillo de Praga, cuyo entorno en esta época del año parece salido de un cuento bohemio. Además, la ciudad ofrece festivales culturales y eventos gastronómicos donde podrás degustar platos otoñales típicos como el goulash y las tartas de manzana.
4. Viena: elegancia imperial en el corazón de Europa
El otoño en Viena es sinónimo de elegancia. Los jardines del Palacio Schönbrunn y el parque Prater son lugares ideales para disfrutar de los paisajes otoñales vieneses, con sus árboles vestidos de tonos amarillos y naranjas.
La ciudad también ofrece una agenda cultural inigualable. Asistir a un concierto de música clásica en la Ópera Estatal o disfrutar de una cata de café vienés acompañado de un strudel de manzana son experiencias que no te puedes perder si visitas Viena en esta temporada.
5. Budapest: baños termales y festivales gastronómicos
La capital de Hungría se transforma en otoño, ofreciendo una combinación perfecta entre naturaleza y relajación. Los famosos baños termales, como los de Széchenyi, son el lugar ideal para refugiarse del frío otoñal mientras te sumerges en sus aguas cálidas.
Budapest también acoge festivales gastronómicos en esta época, donde podrás disfrutar de vinos locales y platos tradicionales húngaros. Además, pasear por las orillas del río Danubio al atardecer, con las luces de la ciudad reflejándose en el agua, es una experiencia inolvidable.
6. Múnich: fiestas y naturaleza en el corazón de Baviera
El otoño en Múnich es sinónimo de celebración y naturaleza. Aunque el Oktoberfest termina a principios de octubre, la ciudad sigue siendo un destino perfecto para disfrutar de la temporada. Múnich es famosa por sus cervecerías, donde puedes degustar cervezas locales acompañadas de pretzels y salchichas bávaras.
Para los amantes de la naturaleza, los bosques cercanos a la ciudad, como los de los Alpes bávaros, ofrecen rutas de senderismo donde los colores otoñales alcanzan su máximo esplendor. Una visita al Castillo de Neuschwanstein, rodeado de montañas anaranjadas, es el broche de oro para una escapada otoñal perfecta.
7. Estocolmo: naturaleza y cultura en una capital escandinava
Estocolmo, con su mezcla de naturaleza y cultura, es una joya otoñal. Los parques y canales de la ciudad se tiñen de tonos cálidos, creando un ambiente perfecto para pasear por las calles adoquinadas.
Djurgarden, una de las islas más verdes de la ciudad, es un paraíso para los amantes del senderismo urbano y la naturaleza. Además, Estocolmo ofrece museos únicos y acogedores cafés donde refugiarse del frío mientras disfrutas de una fika, la tradicional pausa para el café y pasteles.
8. Destinos más allá del clásico otoño: Oslo y Cracovia
Si buscas algo diferente, Oslo y Cracovia son opciones más allá de lo clásico. Oslo combina paisajes de montaña y fiordos con un otoño fresco y vibrante. Sus parques urbanos, como el Vigeland, se visten de colores impresionantes, mientras que los museos noruegos ofrecen una rica oferta cultural.
Cracovia, por su parte, es perfecta para los amantes de la historia, con su casco antiguo gótico rodeado de colores cálidos. Además, los mercados y festivales otoñales en ambas ciudades invitan a descubrir lo mejor de la temporada otoñal.