Navidad en República Dominicana - TURISMO REPÚBLICA DOMINICANA
MADRID 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
Más de 200.000 personas nacidas en la República Dominicana residen actualmente en España, con una presencia especialmente significativa en la Comunidad de Madrid y Cataluña.
Este colectivo se dispone a celebrar un año más las festividades navideñas lejos de su tierra natal, pero manteniendo intactas unas tradiciones gastronómicas que guardan un estrecho vínculo con las costumbres españolas.
La Navidad dominicana, al igual que la española, se articula en torno a la cocina y la mesa familiar. El gran protagonista de estas fechas es el cerdo asado o lechón, un plato estrella que requiere horas de preparación, paciencia y dedicación, y que constituye el eje central de la celebración en la mayoría de los hogares de la isla.
UNA MESA DE SABORES INTENSOS Y HERENCIA COMPARTIDA
La cena de Navidad dominicana es un reflejo de una cultura de "tiempos largos" y sobremesas extendidas. Junto al lechón, destacan recetas como el moro de guandules (arroz cocinado con legumbres y especias) y el arroz navideño con pasas y frutos secos, elaboraciones que apenas se consumen el resto del año y que están intrínsecamente ligadas al recuerdo familiar.
La influencia histórica y el intercambio cultural se hacen patentes en la integración de platos heredados y adaptados. En las mesas conviven la ensalada rusa (con el toque local) junto a los pasteles en hoja, kipes, empanadas de yuca y el emblemático pan telera, un producto exclusivo de la temporada navideña.
La celebración no termina con el plato principal. Las sobremesas dominicanas se alargan con el consumo de ponche, licores de frutas y dulces tradicionales, en un ambiente donde las frutas frescas y los frutos secos decoran los salones, de forma similar a los hogares españoles.
Asimismo, la tradición dominicana mantiene una fuerte conexión con España a través de la celebración del Día de Reyes y la instalación de los clásicos nacimientos.
En el paisaje navideño dominicano también cobran especial relevancia los charamicos (árboles y figuras artesanales de madera), que junto a la vida en los mercados y puestos callejeros, completan el cuadro festivo de un país que vive estas fechas con una candidez y un calor que sus ciudadanos trasladan ahora a las calles de Madrid y Barcelona.