RYANAIR
MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los pilotos de Ryanair han decidido dar un paso al frente para formar en España su propia sección sindical dentro del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla), tras su aprobación en asamblea el pasado 20 de diciembre, con el objetivo de iniciar negociaciones con la compañía de cara a un primer convenio para este colectivo.
Es el segundo sindicato aéreo en España, tras el sindicato independiente de tripulantes de cabina de líneas aéreas (Sitcpla), que cuenta con representación en compañías como Iberia, easyJet y Air Europa, que abre una sección sindical de Ryanair en nuestro país.
Ryanair emplea en España aproximadamente a unos 700 pilotos, según los cálculos realizados por el sindicato Sepla, y a unos 1.700 tripulantes de cabina (TCP) en la docena de bases que la primera 'low cost' de Europa cuenta en nuestro país.
Precisamente España es donde la compañía irlandesa cuenta con más presencia, siendo además el segundo país europeo con más bases y pilotos de toda la red de la compañía, con sede en Dublín.
En la asamblea convocada por el Sepla han resultado elegidos siete pilotos por sus compañeros para representar al colectivo que la aerolínea de bajo coste irlandesa emplea en España, con el fin de iniciar un proceso de negociación para un futuro convenio colectivo de pilotos amparado en las leyes laborales españolas.
RYANAIR: "EL PARADIGMA DE LOS EMPLEOS ATÍPICOS".
Los pilotos de Ryanair, como el resto de colectivos, no tienen un texto de referencia que regule sus condiciones laborales lo que ha permitido que proliferen en el seno de la misma compañía diferentes tipos de contratos con diferentes condiciones laborales.
De hecho, denuncia el Sepla, la compañía que lidera Michael O'Leary es "el paradigma europeo en los empleos atípicos". "Muchos de sus pilotos tienen un vínculo laboral indirecto de la compañía, siendo autónomos que trabajan, a través de microempresas, para brókers aéreos encargados de proveer de pilotos a Ryanair", señala en un comunicado.
El sindicato recuerda que este 'esquema empresarial' de Ryanair ha comenzado a tambalearse este otoño a raíz de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE), tras varias denuncias de TCP contra la aerolínea, que establece que los trabajadores deberán ampararse en la jurisdicción laboral del país donde tienen su base.
LA SENTENCIA DEL TUE, UN PUNTO DE INFLEXIÓN.
En su fallo, el TUE dictaminó el pasado 14 de septiembre que el personal de vuelo de las compañías aéreas tiene el derecho de recurrir a los tribunales que considere "más cercanos a sus intereses", ya sea donde la empresa tenga su domicilio o en donde el trabajador desempeñe su trabajo, y no a la jurisdicción irlandesa, como defendía Ryanair.
El caso se refiere al de seis trabajadores españoles, portugueses y belgas contratados entre 2009 y 2011 como auxiliares de vuelo por las empresas irlandesas Ryanair y Crewlink --principal agencia de contratación y formación de personal de tripulación de la 'low cost'--, que operan en el aeropuerto de Charleroi como base.
Hasta ahora, todos los pilotos y TCP que han prestado servicios en Ryanair han estado sujetos a las leyes laborales irlandesas independientemente de su base, una anomalía que denunciada por la Asociación Europea de Pilotos (ECA, en sus siglas en inglés), que viene reclamando profundos cambios en la forma de contratación de la 'low cost' irlandesa.
Para ello, un grupo de pilotos de Ryanair ha creado un comité de representación de empleados europeos (EERC, en sus siglas en inglés) con el obejtivo de negociar un convenio marco europeo. Esta unión "sin precedentes" se ha reforzado con una sección a nivel nacional. En Europa, son ya cinco sindicatos de diversos países (Portugal, Alemania, Irlanda, Suecia e Italia, además de España) que ya cuenta con su propia sección sindical.