TEMPE (EE.UU.), 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
US Airways obtuvo un beneficio neto de 547 millones de dólares (396 millones de euros) en los nueve primeros meses de 2013, un 8,8% menos que en el mismo periodo del pasado ejercicio cuando alcanzó 600 millones de dólares (435 millones de euros), informó la aerolínea en una nota.
El volumen de negocio se elevó un 5,2% durante este periodo, hasta alcanzar los 11.100 millones de dólares (alrededor de 8.050 millones de euros) en ingresos, frente a los 10.553 millones de dólares (7.654 millones de euros) facturados en los nueve primeros meses de 2012.
El gasto destinado a combustible se redujo en un 4%, al pasar de los 830 millones de dólares (602 millones de euros) en el mismo periodo del pasado ejercicio, hasta los 797 millones de dólares (578 millones de euros) de éste.
Entre julio y septiembre la compañía aérea disminuyó su beneficio en un 11,8%, hasta alcanzar los 216 millones de dólares (156,6 millones de euros).
Por contra, la compañía logró aumentar en más de un 90% sus beneficios antes de impuestos, que se situaron en 367 millones de dólares (266 millones de euros), frente a los 193 millones de dólares (140 millones de euros) registrados en el mismo periodo de 2013, todo un récord para la compañía.
En el tercer trimestre, la cifra de negocio alcanzó los 3.855 millones de dólares (2.796 millones de euros), lo que supone un aumento del 9,1% en comparación con el tercer trimestre del pasado año.
A LA ESPERA DE LA FUSIÓN.
Ante estos datos, el presidente y consejero delegado de la empresa, Doug Parker, calificó de "excelentes" estos resultados, que atribuyó al trabajo de los equipos de la compañía para preparar la fusión con American Airlines, actualmente en bancarrota.
El Departamento de Justicia de EE.UU. bloqueó el proceso de fusión entre US Airways y American Airlines (AA) con una demanda civil antimonopolio por considerar que la unión de las dos aerolíneas estadounidenses podría presentar problemas de competencia.
La operación cuenta sin embargo con el visto bueno de la Comisión Europea (CE), que la autorizó con condiciones, al concluir que los compromisos asumidos por las partes protegen la libre competencia en el espacio económico europeo.
De hacerse efectiva la fusión, la nueva compañía superaría a United Continental y Delta Airlines. El acuerdo contemplaría un trasvase de acciones en base al plan de reestructuración de AA, que sacaría a la compañía de la protección de bancarrota a la que está sometida actualmente.
Los acreedores de AA se harían con cerca del 72% de las acciones de la compañía resultante, mientras que los accionistas de US Airways obtendrían el 28% restante.
La compañía resultante mantendría el nombre de American Airlines y su sede en Fort Worth (Texas), con una plantilla de 94.000 empleados, una flota de 950 aviones, y operaría unos 6.500 vuelos diarios, con una facturación de casi 39.000 millones de dólares (28.288 millones de euros).
