Lamenta que será la compañía más afectada por el nuevo tributo ambiental por ser líder en El Prat
BARCELONA, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Vueling, Álex Cruz, ha afirmado este jueves en el Parlament que la compañía seguirá apostando por crecer en el Aeropuerto de Barcelona pese al nuevo impuesto ambiental catalán sobre la contaminación de la aviación comercial, aunque ha dudado de cómo actuarán otras aerolíneas de capital extranjero.
En su intervención en la comisión de Economía para tratar el nuevo tributo, ha expuesto: "Vueling no se va a ir y va a seguir buscando maneras de seguir creciendo en Barcelona. No puedo decir lo mismo de las aerolíneas extranjeras, que constantemente entran y salen de aeropuertos".
Cruz ha lamentado que, al ser Vueling la primera aerolínea de El Prat, donde tiene su base de operaciones, también será la más afectada por el impuesto, pese a que tiene un límite de aplicación de 20.000 vuelos por año.
Ha repasado que, en otros países donde se han aplicado tributos similares, en muchos casos se han reducido o eliminado posteriormente porque producían más perjuicios que ventajas: "Paris-Orly es un desastre, llevamos siete años y no podemos crecer por la limitación de ruido y tasas; en Holanda se puso una tasa ecológica y se tuvo que quitar porque perjudicaba; en Alemania se lo están planteando, y en Reino Unido se ha reducido".
REPERCUTE EN EL USUARIO
Además, ha considerado que, aunque el coste lo asuman las aerolíneas, acaba repercutiendo en el usuario, y ha señalado que la propia evolución de los nuevos modelos de avión reduce su contaminación atmosférica y acústica de los vuelos.
También ha hecho referencia a que el impuesto no se aplica a aviación de carga --solo se aplica a la comercial--, y tampoco al transporte marítimo, cuando también contaminan.
El miércoles, en la misma comisión parlamentaria, un representante de Easyjet también criticó que el nuevo tributo bonifique los trayectos de conexión, ya que lo vio "discriminatorio" entre las aerolíneas que ofrecen enlaces de vuelos y las de bajo coste punto a punto, aspecto sobre el que Cruz no se ha pronunciado.
El impuesto sobre las emisiones contaminantes de óxidos de nitrógeno a la atmósfera que produce la aviación comercial afecta a las operaciones de aterrizaje, rodaje y despegue.
Para determinarlo influyen diversas fórmulas de cálculo, con un tipo impositivo general de 3 euros por kilo de óxido de nitrógeno (NOx) y uno reducido de 1,5 euros por kilo de NOx; la base imponible computa un máximo de 20.000 vuelos por empresa contribuyente.
La Generalitat calcula que recaudará con ello unos 3,8 millones anuales a partir de 2015, ya que este tributo es exigible a partir del 1 de enero del año siguiente a cada año natural.
