LUXEMBRUGO, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los ministros del Interior de los Veintisiete han aprobado este jueves crear un registro europeo de datos de pasajeros aéreos que entren y salgan de territorio comunitario, similar al que ya existe en EE.UU desde los atentados del 11-S, para poder identificar a sospechosos de terrorismo y de crimen organizado. La norma debe negociarse todavía con la Eurocámara, que quiere limitar al máximo la recogida de datos.
El ministro español, Jorge Fernández Díaz, se ha felicitado por el acuerdo y ha dicho que el nuevo sistema será "un instrumento de una enorme utilidad en el ámbito de la lucha contra el terrorismo y en general contra la delincuencia grave".
La UE ya tiene acuerdos para ceder los datos de los pasajeros aéreos a EE.UU, Canadá y Australia. De hecho, los ministros del Interior han ratificado también este jueves el nuevo pacto con Washington, que ha sido bendecido por el Parlamento Europeo. Pero hasta ahora los europeos no contaban con un instrumento común para procesar esta información dentro de sus fronteras.
Reino Unido cuenta con un registro completo de datos de pasajeros como el de EE.UU, mientras que otros países, entre los que está España desde marzo de 2007, usan sus poderes en materia de aduanas para recabar y guardar estos datos.
El principal escollo para lograr un acuerdo sobre la creación de un registro europeo, que obligaría a todos los Estados miembros a recoger la información de los pasajeros y conectar sus bases de datos, era el alcance de la nueva legislación. La Comisión había propuesto que cubriera únicamente a los vuelos que entran y salen de la UE, pero los grandes países, como Reino Unido, España, Francia o Italia, quieren que se recojan también de forma obligatoria los datos de los vuelos intraeuropeos.
La propuesta de compromiso de la presidencia danesa que se ha aprobado cubre sólo los vuelos extracomunitarios, pero deja libertad a los Estados miembros para recabar información de rutas intraeuropeas.
Fernández Díaz ha lamentado que el compromiso final no incluya todos los vuelos porque "deja pasar la oportunidad de obtener desde un primer momento la máxima eficacia operativa de este sistema, que va a tener un coste muy significativo tanto desde el punto de vista económico como el organizativo y de empleo de recursos humanos".
"Es esencial que se extraiga el máximo rendimiento posible a este proyecto y que se haga lo antes posible. La seguridad interior no puede quedar en segundo plano respecto a la seguridad exterior", ha pedido el ministro del Interior. También su homólogo británico ha reclamado que se incluyan lo antes posible todos los vuelos porque sólo el 25% del total van fuera de la UE y si no se revisan los intraeuropeos se puede perder la pista de terroristas locales.
Otro problema fundamental era el periodo de retención de los datos. La Comisión propuso que se guardaran durante un periodo de 5 años, aunque 30 días después de recogerse se borraría el nombre del pasajero. La mayoría de los Estados miembros consideran que los 30 días son insuficientes y finalmente se ha aprobado que durante los dos primeros años se pueda acceder sin limitaciones a la información y que sólo quede despersonalizada los tres últimos años.
De acuerdo con la propuesta de Bruselas las compañías aéreas estarán obligadas a entregar hasta 19 datos de los pasajeros aéreos a la autoridad nacional competente a la que designe cada Estado miembro. Ello tendrá un coste de 20 céntimos por pasajero para las aerolíneas, según la Comisión. Después, los países tendrían que compartir datos y los análisis de riesgo que se hagan a partir de ellos.