Foto: CEDIDA
Por Ángel Núñez
Empezamos a pedalear por el sur, con TransAndalus y ahora nos vamos al norte, recorreremos buena parte de Asturias y Cantabria, y además, aprovecharemos para recorrer el Camino de Santiago. Aunque la tradición sea hacerlo a pie, existen otras formas de recorrerlo, y una de ellas es en bicicleta, pedaleando como un auténtico cicloturista para saborear lo mejor de cada pueblo y cada tramo del recorrido.
Es una experiencia única, según afirman los que ya la han vivido, "dura pero atractiva". La época ideal para realizar este viaje es el inicio y el final del verano, por eso hay que aprovechar estos últimos meses antes de que llegue el frío y la inestabilidad meteorológica.
CAMINO DEL NORTE
El camino, denominado también "camino de la costa" o "camino primitivo", transcurre durante la mayor parte paralelo o próximo al mar. Esta ruta, que discurre desde Irún por la cornisa Cantábrica hacia Santiago de Compostela, admite modificaciones aunque lo que no se podrá modificar es su trazado, marcado por la fuerza de la naturaleza y sus pendientes, una zona que destaca por su riqueza ecológica, y que cuenta con un paisaje inigualable donde el color verde se fusiona con el de las playas.
En este apartado, hay que explicar que existen dos posibilidades para realizar el camino, puesto que se bifurca en la villa asturiana de Villaviciosa. Una de ellas ofrece seguir por el camino primitivo, pasando por Oviedo y adentrándose en las cordilleras del principado, no es obligatorio el subir los Picos de Europa, pero si admirarlos. Mientras que, el trazado que va pegado a la costa rebaja mucho más el nivel de dificultad,, por lo que resulta mucho más ciclable. Los dos caminos tienen buena parte del recorrido por carretera, pero siempre hay un lugar para los aventureros que prefieren las sendas al asfalto. Es un viaje que exige tener la capacidad de intuir el mar hasta avistarlo, un premio para los sentidos.
En ambos casos la ruta estará repleta de praderas verdes que llegan a las cumbres, cubren sus valles y bordean sus ríos, acantilados imposibles y playas únicas a nuestros pies, junto con los bosques salvajes que transcurren por las zonas altas del camino, en el que se conocen agradables y bellos pueblos, con gente amable y acogedora, lugares idílicos donde reponer fuerzas con la gastronomía autóctona.
GASTRONOMÍA
Otro de los placeres de estas tierras es la gastronomía. Desde el País Vasco hasta Galicia, los productos el norte es autentica y de calidad, otro de los atractivos del camino. Bollos preñaos, una variedad de empanadas, quesos, pan, carnes, las fabes, cocinadas al estilo tradicional, el cocido montañés y como no, los productos procedentes del mar.
Algunos de los pueblos que se pueden encontrar en esta ruta cicloturista son Ferrol, Ribadeo, Navia, Cudillero, Avilés, Gijón, Villaviciosa, Colunga, Caravia, Ribadesella o Llanes, en Asturias y San Vicente de la barquera, Comillas, Torrelavega y Santander en Cantabria.
Además, hay empresas de transporte en Santiago que reenvían su bicicleta al lugar indicado, y algunos autobuses también permiten llevar un número de bicicletas en su maletero. Con respecto al alojamiento, la mayoría de hoteles de la zona ofrecen múltiples facilidades para poder aparcar la bicicleta y dar un servicio cercano a sus huéspedes.
LAGOS DE COVADONGA
En Asturias, otra de las posibilidades para practicar turismo en bicicleta es hacer la marcha "Clásica Lagos de Covadonga", considerado como uno de los eventos deportivos más sorprendentes del Cantábrico, con la participación de casi 2.000 ciclistas. Es una oportunidad única de enfrentarse a una prueba mítica en el mundo del ciclismo, que recorre una ruta llena de lugares emblemáticos que va del mar a la montaña, y cuyo esfuerzo queda recompensado con los paisajes, perfecto para pasar una jornada cicloturista.
Los Lagos de Covadonga se convierten aquí en una cota mítica al alcance de los aficionados de la bici, partiendo de Cangas de Onís, dirección Arriondas, y pasando por Llanes, tras otro tramo largo, una subida del puerto de tres kilómetros y medio y un posterior descenso de más de nueve lleno de curvas, solo quedará un tramo hasta llegar a los lagos, tras pasar por Covadonga, donde se da por finalizada la prueba después de 112 kilómetros de duro pedaleo.
