Mineros de Mequinenza protestan ante el edificio Pignatelli en Zaragoza
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 22:23

ZARAGOZA, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

La abundancia de azufre del carbón que se extrae de la mina que Carbonífera del Ebro tiene en la localidad zaragozana de Mequinenza es uno de los principales motivos que impiden a Endesa comprar este combustible, ha informado a Europa Press el director general de Endesa en Aragón, Jaime Gros.

"No podemos comprar carbón en Mequinenza porque no lo podemos quemar en la central" térmica de Andorra (Teruel), ha indicado Gros. Endesa ha comunicado esta decisión a Carbonífera del Ebro este lunes basándose en un informe técnico.

La decisión "es una suma de cosas", ha explicado Gros, quien ha comentado que "tuvimos bastantes problemas" al quemar, tiempo atrás, pequeñas cantidades de carbón de Mequinenza.

Ha señalado que la central de Andorra se diseñó con una caldera adaptada a los carbones que actualmente se están quemando y es de horno estrecho, por lo que la temperatura de los tubos por los que pasa el vapor de agua es muy elevada.

DIFICULTA LA TRANSMISIÓN DEL CALOR

"Si las cenizas tienen un punto de fusión más bajo que la temperatura se funden" y se forma una costra que dificulta la transmisión del calor, lo que obliga a parar la central, "raspar los tubos y volver a empezar", ha añadido Jaime Gros.

Esto "es algo que ya se sabía" y se sometió al carbón mequinenzano a tratamientos para mejorarlo y evitar la producción de este tipo de cenizas, "pero resulta que ha aumentado el nivel de azufre y el poder calorífico", de tal forma que se añade otro problema, que la combinación de 60 por ciento de carbón nacional y 40 por ciento de mineral extranjero, con una baja producción de azufre, no se podría dar si se añadiera carbón de Carbonífera del Ebro. Se incumpliría la normativa comunitaria.

Para evitar la pérdida de empleo Endesa está dispuesta a comprar 90.000 toneladas de carbón más al año "siempre que sea carbón que podamos quemar", ha agregado el director general de la empresa en Aragón, de tal forma que los mineros de Mequinenza "tendrían que trasladarse a otras explotaciones mineras" de Aragón.

Ha hecho hincapié en que 800 personas, entre mineros y empleados directos, trabajan para la central andorrana, subrayando que "si empezamos a quemar carbón" de Mequinenza "estropeamos la central y se nos quedan 800 personas sin trabajo".

Jaime Gros ha expuesto que "estamos colaborando mucho" con la minería aragonesa, puesto que la central de Andorra tiene tres millones de toneladas en sus almacenes y SAMCA tiene otro millón de toneladas comprado por Endesa. "Tenemos comprado carbón por adelantado para los próximos dos años y estamos dispuestos a comprar mientras lo podamos quemar".

La central térmica de Andorra "ha sido rentable hasta ahora", pero la situación es "muy complicada", ya que está pagando un impuesto adicional por contaminación, que está recurrido.

INFORME

Endesa ha tomado la decisión basándose en el informe técnico elaborado por sus técnicos en los laboratorios de As Pontes (A Coruña), ratificado posteriormente por el Departamento de Ingeniería Química y Ambiental de la Asociación de Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía, centro tecnológico vinculado a la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Sevilla.

La empresa ha señalado que esta decisión está en línea con el Decreto de Suministro del Carbón, que condiciona la extracción de 90.000 toneladas de Carbonífera del Ebro y su adquisición por alguna central a la emisión previa de un informe técnico independiente que avale que el empleo del combustible es compatible con el "normal funcionamiento" de una central térmica, en este caso la de Andorra (Teruel).

El último análisis se ha realizado sobre muestras de carbón que habían experimentado un proceso de lavado "con la esperanza de facilitar su mejor combustión".

La conclusión del informe es que este tipo de carbón "produciría aún más daños en la central de Andorra que las anteriores muestras analizadas, incluso utilizado en muy pequeñas dosis".

El lavado ha sido efectivo en la reducción del contenido de cenizas, pero "no mejora el aspecto fundamental", puesto que "los índices de ensuciamiento de las mezclas con presencia de este carbón son indicativos de riesgo muy alto de problemas de ensuciamiento en este tipo de caldera en zona radiante".

"IMPOSIBILIDAD DE USO ADECUADO DE ESTE CARBÓN"

Estos inconvenientes se agravan aún más si se necesita formar un mix que cumpla con los nuevos límites de emisión establecidos en la Directiva de Emisiones Industriales (DEI).

Así pues, este informe confirma que "las nuevas muestras de carbón lavado darían lugar a mayores daños en la central que los que ya produjo en su momento el consumo del carbón procedente de la explotación citada", ha precisado Gros.

Por consiguiente, dado que el preceptivo informe técnico confirma "la imposibilidad de que se haga un uso adecuado de este carbón" en la central de Andorra, la estricta aplicación de lo especificado en el Decreto antes citado indica que "Endesa no está obligada a utilizarlo".

"Endesa ya ha hecho sus deberes, reordenando su producción térmica en función de las condiciones de mercado, adaptándose a las normativas nacionales y europeas, y asumiendo los costes derivados de todo ello, según corresponde al ejercicio de su responsabilidad como empresa privada. Por ello, entiende que es lógico plantear que otras empresas privadas hagan otro tanto, sin trasladar sus problemas a otros agentes", ha relatado Gros.

La empresa ha traído a colación el cierre ordenado de la central turolense de Escucha, el 31 de diciembre de 2012, que también quemaba el carbón de Mequinenza, proceso en el que se produjeron planteamientos como los que actualmente se hacen a Endesa.

En cualquier caso, Endesa, como "empresa que siempre ha sido sensible a las necesidades de los entornos en los que opera, ha mantenido a lo largo de todo este tiempo reuniones constantes con todas las partes implicadas, mostrando su disponibilidad al diálogo, manteniéndoles informadas de la situación e, incluso, planteando iniciativas alternativas que puedan dar una solución a los afectados mediante la contribución de todas las partes", ha apostillado Gros.

No obstante, ha señalado que "no se le puede obligar quemar un carbón que daña gravemente sus instalaciones, ni a asumir en solitario los costes de una situación que no ha provocado".

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