Las aves muertas por electrocución en tendidos eléctricos se reduce un 94 por ciento en Aragón

Actualizado: lunes, 22 febrero 2010 19:50

ZARAGOZA, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -

Las aves muertas por electrocución en tendidos eléctricos corregidos por Endesa y el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón se han reducido en un 94 por ciento y cerca de un 70 por ciento en el caso de la colisión, una reducción significativa en la que también afectan otros factores como la climatología, según informó el Gobierno aragonés.

Desde el año 2002, en la Comunidad autónoma se han invertido un total de 3,5 millones de euros en actuaciones de adecuación de tendidos para proteger la avifauna. En este periodo, se han acondicionado un total de 509 kilómetros de tendidos, en 124 líneas eléctricas. Estas actuaciones han implicado la corrección de 1.837 apoyos y la señalización de 287 líneas para evitar la colisión de aves.

El consejero de Medio Ambiente aragonés, Alfredo Boné, y el director general de Endesa en Aragón, Jaime Gros, visitaron hoy las actuaciones de corrección de tendidos en el entorno de la Laguna de Gallocanta, dentro del programa de actividades del Año Internacional de la Biodiversidad 2010, precisó el Ejecutivo aragonés en un comunicado.

El acto contó con la presencia de la directora general de Desarrollo Sostenible y Biodiversidad de Aragón, Anabel Lasheras, el director provincial de Medio Ambiente en Teruel, José Antonio Gómez, alcaldes de los municipios del entorno, técnicos del Servicio de Biodiversidad y Agentes de Protección de la Naturaleza de la zona, entre otros.

Los tendidos de la laguna de Gallocanta afectaban al paso natural de grullas y avutardas, dos de las especies más características que habitan en este humedal incluido en el Convenio Ramsar. En esta zona, y para permitir el desmantelamiento de la línea Gallocanta-Las Cuerlas que era "especialmente peligrosa" para estas aves, se diseñó un nuevo suministro a la localidad de Las Cuerlas que asegurara el adecuado suministro a las poblaciones, explicaron desde el Departamento de Medio Ambiente de Aragón.

Además, se soterraron más de 7,5 kilómetros de la línea Santed-Gasolinera, también identificada como de alto riesgo para la avifauna. Esta última acción, dada su magnitud, supone un "precedente único" hasta la fecha en el territorio de la Comunidad autónoma y se han señalizado otros tendidos, agregaron las mismas fuentes.

Durante la visita, se soltó una grulla, recuperada en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del complejo CIAMA-La Alfranca del Departamento de Medio Ambiente.

Las actuaciones de Gallocanta se enmarcan en el Proyecto LIFE Naturaleza 'Adecuación de tendidos eléctricos en las Zonas de Especial Protección para las Aves de Aragón', desarrollado desde el Departamento de Medio Ambiente en colaboración con Endesa Distribución y Red Eléctrica de España, que ha sido seleccionado entre los 20 mejores proyectos LIFE de Naturaleza de Europa.

CAUSA DE MORTALIDAD

El consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, recordó que los accidentes en tendidos eléctricos son una de las principales causas de mortalidad no natural en algunas de las especies de mayor valor ecológico de Aragón, "por lo que actuaciones como esta contribuyen a frenar la pérdida de biodiversidad, y ponen de relevancia la responsabilidad de las empresas que las ejecutan".

El Departamento de Medio Ambiente puso en marcha en 2000 un plan para identificar aquellos tramos de tendidos eléctricos más peligrosos para la avifauna y en 2002 se estableció un primer convenio de colaboración con Endesa Distribución para llevar a cabo las primeras correcciones de los mismos.

A estas actuaciones siguieron los trabajos enmarcados dentro del Proyecto LIFE. La inversión total del proyecto ascendió a más de dos millones de euros, de los que el 60 por ciento fue contribución comunitaria y el resto lo aportaron el Gobierno de Aragón, Endesa Distribución y Red Eléctrica de España.

Tras la finalización del LIFE en 2008, se continuó con nuevas actuaciones en 2009 entre el Departamento de Medio Ambiente y Endesa Distribución Eléctrica S.L., cuando se realizaron actuaciones como el acondicionamiento en las líneas eléctricas Used-Torralba de los Frailes y Derivación a Cubel, y se continuará en este programa de colaboración a lo largo de 2010.

En este marco de colaboración, se editaron folletos de divulgación y sensibilización sobre este problema y sobre soluciones técnicas a poner en marcha en puntos problemáticos.

MEDIDAS CORRECTORAS

El acondicionamiento de tendidos puede consistir directamente en el soterramiento de los cables o en la señalización de tendidos eléctricos para evitar o reducir la colisión de aves mediante la instalación de salvapájaros --tiras de neopreno en forma de equis o dispositivos en forma de espiral que se montan en el cable-- y ayudan a las aves a ver los tendidos, indicaron desde el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón.

Otro tipo de medidas van encaminadas a mitigar las electrocuciones mediante el aislamiento de elementos en zonas de posada en los armados, supresión de elementos de tensión de la cabecera de los apoyos o mediante nuevas soluciones constructivas en las instalaciones eléctricas aéreas en los que se reducen estos elementos de tensión.

ESPECIES AMENAZADAS

Los accidentes en tendidos eléctricos son una de las principales causas de mortalidad no natural en algunas de las especies amenazadas de mayor valor ecológico como el quebrantahuesos, el águila-azor perdicera, águila real, búho real, halcón peregrino o la avutarda.

De hecho, una tercera parte de las aves que ingresan anualmente en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca (CIAMA) muertas es debido a esta causa.

Los tendidos eléctricos pueden causar muerte o heridas de aves por colisión o electrocución cuando se posan en los postes o apoyos, lo que ocasiona importantes desequilibrios poblacionales en las especies amenazas, además de las afecciones que puede tener en el suministro eléctrico de los usuarios puesto que las electrocuciones suelen provocar pequeños cortocircuitos, caídas de tensión e incluso interrupciones del suministro eléctrico en el medio rural. En ocasiones, las aves electrocutadas pueden desencadenar incendios forestales.