Peñarroya de Tastavins (Teruel) alberga un esqueleto completo del dinosaurio Tastavinsaurus, de 110 millones de años

Actualizado: miércoles, 8 octubre 2008 15:25

PEÑARROYA DE TASTAVINS (TERUEL), 8 Oct. (EUROPA PRESS) -

La localidad turolense de Peñarroya de Tastavins alberga, en un centro satélite de Dinópolis, un esqueleto completo del dinosaurio Tastavinsaurus (catador de vinos), de más de 110 millones de años. Este saurópodo, hallado por el grupo de investigadores Aragosaurus de la Universidad de Zaragoza, integrado por José Ignacio Canudo y Gloria Cuenca, y de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis (FCPT-D), con Rafael Royo Torres, acaba de ser descrito por los investigadores en un trabajo publicado por la revista norteamericana Journal of Vertebrate Paleontology.

El nombre del dinosaurio, Tastavinsaurus sanzi, está dedicado al lugar donde fue encontrado, Peñarroya de Tastavins, y a uno de los paleontólogos más conocidos en y fuera de España, el profesor José Luis Sanz. El Tastavinsaurus (del catalán 'tastavins': catador de vinos) pertenece al grupo de los enormes dinosaurios herbívoros, cuellilargos, que técnicamente se denominan saurópodos. La edad de este nuevo dinosaurio es Cretácico Inferior (hace unos 110 millones de años).

José Ignacio Canudo, investigador del grupo Aragosaurus, explicó a Europa Press el proceso de excavación que dio lugar al hallazgo de este saurópodo, encontrado en el Yacimiento Arsis del municipio turolense. Las excavaciones, indicó, "se realizaron hace diez años y desde entonces estudiamos y comparamos con otros dinosaurios, especialmente norteamericanos, los restos encontrados" en Peñarroya.

El Tastavinsaurus "es el saurópodo más completo de los encontrados en Europa, y uno de los mejores a nivel mundial por su estado de conservación y por lo completo que está", advirtió. Su hallazgo fue fruto de un proceso de excavación "espectacular, porque iniciamos los trabajos en diciembre y nos nevó", de forma que "conforme nos salían las vertebras de la cola empezaron a caer copos más grandes, el yacimiento estaba alejado de la carretera y había que tapar los huesos y retirarse" para volver a recogerlos "días después. Afortunadamente la nieve fue una mera anécdota", recordó emocionado.

"Lo más curioso es que el dinosaurio se encontró en rocas marinas, y tenía pegadas ostras en los huesos, seguramente porque el esqueleto flotó y se quedó enterrado en el mar", señaló.

Canudo aseguró que el hallazgo fue "uno de esos momentos gigantescos que uno nunca olvidará, porque además ese año (en 1996) fue nuestra primera excavación importante como grupo de investigación y que en la primera investigación se encuentre un saurópodo articulado es insólito. Nunca hemos vuelto a encontrar otro desde entonces", afirmó. Por ello, aquella experiencia fue "emocionante. Se vivieron situaciones muy duras, pero nadie se movía del lugar a pesar de la nieve y de las dificultades".

EJEMPLAR ÚNICO.

Tastavinsaurus sanzi es un ejemplar único, ya que se encontró el esqueleto casi completo de un dinosaurio del que se ha conservado desde la antepenúltima vértebra de la espalda hasta la cola, y al que únicamente le faltan las últimas vértebras caudales.

Este saurópodo del Cretácico inferior, cuadrúpedo, tenía el cuello y la cola alargados y se alimentaba de vegetales. Se ha calculado que tendría unos 17 metros de longitud y un peso que podría oscilar entre 15 y 20 toneladas.

Los detalles del esqueleto encontrado han permitido ver que los dinosaurios "se pisaban la cola", vivirían no muy alejados de las playas del antiguo archipiélago del Cretácico inferior europeo y sus cuerpos acabarían enterrados en los sedimentos de la playa y colonizados por los mejillones y otros invertebrados.

Los primeros restos fósiles del dinosaurio fueron descubiertos por los hermanos y aficionados a los fósiles Pedro y Andrés Ortiz. Ante la importancia del descubrimiento, dieron cuenta a la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón en 1996.

Ese mismo año, la Dirección General nombró directores de la excavación a los profesores José Ignacio Canudo y Gloria Cuenca Bescós del Grupo Aragosaurus. La excavación, al pie de un barranco que estaba ya erosionando los restos fósiles, hubo de ser realizada de urgencia durante las navidades de 1996.

La enorme cantidad de fósiles y su fragilidad hicieron que los trabajos se prolongaran hasta enero de 1997. La excavación fue subvencionada por el Ayuntamiento y cajas locales de Peñarroya de Tastavins y en ella participaron 30 personas entre investigadores de la Universidad de Zaragoza, Universidad de Bilbao, colaboradores del APA y habitantes de la zona.

Los huesos se extrajeron con una gran protección de escayola y se trasladaron a un laboratorio preparado en la misma localidad. Los fósiles fueron preparados en este laboratorio durante más de 4.000 horas de paciente y profesional trabajo subvencionado por la Dirección General y la FCPT-Dinópolis.

Tras este proceso de investigación, el Tastavinsaurus sanzi se ha incluido en un grupo de saurópodos que tenían ya una buena representación a nivel mundial: los Titanosauriformes, que habían sido hallados con anterioridad en Sudamérica, África, Norteamérica y Asia, pero hasta el momento no se había encontrado un ejemplar tan completo de estos saurópodos en Europa. El estudio de Tastavinsaurus constituyó la Tesis de Rafael Royo Torres (FCPT-Dinópolis), defendida en enero de 2006 y que va a ser publicada próximamente.

UN DINOSAURIO EN PEÑARROYA.

José Ignacio Canudo relató que el momento del hallazgo del dinosaurio coincidió temporalmente con la gestación del proyecto de Dinópolis "y el Gobierno de Aragón decidió usar los restos encontrados en Peñarroya para hacer uno de los centros de Dinópolis" en la provincia de Teruel, espacio que se dedica por completo a este dinosaurio.

En este centro se puede contemplar el esqueleto completo del Tastavinsaurus, único esqueleto de un dinosaurio español reconstruido hasta la fecha, y conocer cómo fue el proceso de excavación en la zona, cómo se clasificaron sus huesos y se reconstruyeron, así como saber cómo vivía el dinosaurio en su época.

GRUPO ARAGOSAURUS.

El grupo Aragosaurus de la Universidad de Zaragoza estudia dinosaurios del Cretácico "tanto de España como de la Patagonia Argentina, y llevamos a cabo un proyecto que busca las relaciones entre los dinosaurios ibéricos y los de la Patagonia", apuntó José Ignacio Canudo.

Bajo ese proyecto, "desarrollamos investigaciones en diversas zonas como Teruel, La Rioja o Soria", concretó. Las investigaciones de este grupo, así como las imágenes de sus excavaciones y recreaciones de los dinosaurios, pueden conocerse en la página web 'www.aragosaurus.com'.