Hallan la hipótesis "más sólida" sobre la ubicación del Monte Vindio

Investigación sobre el Monte Vindio
GOBIERNO DE CANTABRIA
Actualizado: martes, 7 febrero 2017 16:23

   Hasta el momento es la hipótesis "más sólida" sobre la ubicación del Monte Vindio que resguardó a los cántabros

   SANTANDER, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Arqueólogos confirman que los yacimientos de Castro Negro y del Alto del Robadoiro localizados en los últimos años en el entorno del macizo de Peña Prieta (Vega de Liébana) son dos campamentos romanos y, según una de las "hipótesis" que se maneja, podría estar vinculado con la campaña de asedio de las legiones de Augusto al Monte Vindio --cuya localización se desconoce-- en los inicios de las Guerras Cántabras.

   Esta, al menos, es una de las posibilidades que se desprenden de las prospecciones arqueológicas llevadas a cabo en esos yacimientos entre agosto y octubre de 2016 por un grupo de catorce personas, entre arqueólogos, investigadores y colaboradores, que, además han financiado los trabajos.

   Las conclusiones se han dado a conocer este martes en una rueda de prensa en el Museo de Prehistoria y Arqueología (MUPAC) en la que han participado el arqueólogo Eduardo Peralta, responsable de los trabajos, su colega de profesión José Ángel Hierro, que ha sido otro de los participantes; el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Ramón Ruiz, y el alcalde de Vega de Liébana, Gregorio Alonso.

   Peralta ha calificado de "espectaculares" los resultados de estas prospecciones --que se expondrán al público y a investigadores en una charla esta tarde, a las 20.00 horas, en el MUPAC-- puesto que han "sobrepasado" las expectativas iniciales.

LA HIPÓTESIS "MÁS SÓLIDA" SOBRE LA LOCALIZACIÓN DEL MONTE VINDIO

   Y es que, según ha explicado el también arqueólogo José Ángel Hierro, la "hipótesis" de que lo que se ha logrado documentar con ellos podría corresponderse con el mítico episodio del Monte Vindio es, "hasta la fecha", "la más sólida que se ha manejado" sobre dónde pueda estar su localización.

   "Para poder asegurar esta hipótesis hace falta mucho trabajo y mucha suerte. Probablemente nunca encontremos un cartel que diga: Esto es el Vindio pero creo que contamos con argumentos y con, no pruebas, sino evidencias que apoyan esta hipótesis y que hasta la fecha la convierten en la más sólida que se ha manejado para tratar de localizar este episodio", ha dicho.

   Y es que, según Hierro, en esta hipótesis cuenta "con el terreno, con el contexto y con argumentos arqueológicos que otros sitios hasta la fecha no tienen" y hasta con un topónimo cercano, 'Vinduey', que está relativamente cerca del campamento de Castro Negro y que podría ser el 'vindos' céltico que dio nombre al Monte Vindio.

    Si finalmente se prueba la hipótesis, sería, según Hierro, la "prueba" de que los cántabros se equivocaron al pensar que al Monte Vindio, donde se refugiaron tras ser vencidos en batalla campal a los pies de las murallas del oppidum de Bergida, llegarían antes las aguas del mar que las tropas romanas y confirmaría que éstas "conquistaron hasta el último lugar de Cantabria".

   Otra hipótesis, que podría no estar reñida con la anterior, es que estos yacmientos formasen parte de un dispositivo de control de todos los pasos de montaña de entrada a Liébana.

   En estos trabajos --a los que se quiere dar continuidad "el año que viene" con fondos del Gobierno regional y para los que se precisaría el permiso de instituciones de fuera de las comunidades autónomas vecinas-- han participado también los arqueólogos Enrique Gutiérrez y Rafael Bolado, y los investigadores y colaboradores Federico Fernández, Joaquín Arguiñarena, Antonio Pila, Diego Pedrajo, Elena Paredes, Ángel Ocejo, Borja Gómez-Bedia, Miguel Berasaluce, Román González y Adriano Felice.

   Según lo encontrado, se cree que las legiones romanas estuvieron "poco tiempo" en aquellos parajes y en las estaciones menos frías dado que se alojaban en tiendas de campaña donde no podrían haber resistido un invierno en esas altitudes.

   Y es que uno de los yacimientos romanos se encuentran en la cima y las laderas del monte Castro Negro o Cohora, a 1.962 metros, y otro, el del Alto de Robadorio, a 2.219, los que les convierten en los campamentos "de mayor altitud de la Península y entre los más altos de Europa".

TRABAJOS EN LOS DOS YACIMIENTOS

   La intervención arqueológica se ha centrado en el campamento romano de Castro Negro, que fue descubierto por el arqueólogo José Hierro a través del estudio de foto aérea y satélite, y que se encuentra en Vega de Liébana.

   Ocupa una zona del monte de Castro Negro desde donde se controla el paso de montaña situados a sus pies en los puertos de Riofrío y que comunica Liébana con el norte de Palencia a través del estrecho valle del nacimiento del Carrión por los pueertos de Pineada, así como el paso natural que por el collado del Robadorio enlaza hacia el oeste al pie de Peña Prieta con la zona leonesa de la Vega de Naranco.

   El del monte de Castro Negro es un campamento romano de campaña de tipo 'castra aestiva', con 10,5 hectáreas, unas dimensiones que tendrían que corresponder a una legión romana con tropas auxiliares, con unos 4.000 o 5.000 hombres.

   Una prueba del carácter campamental romano de este recinto fortificado es que hay presencia de dos puertas con clavicula interna, elemento característico de la castramentación militar romana de campaña entre mediados del siglo I a.C y comienzos del siglo III d.C.

   Los trabajos en Castro Negro han permitido delimitar con cierto detalle todo el perímetro campamental pese a que está "bastante arrasado por la erosión" y por la vegetación que lo cubre.

   Dentro del recinto, se han usado detectores de metales que han permitido recuperar "numerosas piezas" de equipamiento militar romano relacionado con la acampada; de armamento (una punta de un proyectil de catapulta), y, las que se consideran más relevantes, unas piezas de enganche del pilum romano, similares a las encontradas en zonas de Alemania pero que no habían sido documentadas en la Península Ibérica.

   Una punta de lanza, elementos del calzado militar romano, como numerosas tachuelas, herramientas y una moneda acuñada hacie el 28 a.C en Calahorra, antes de la gran campaña de Augusto y sus generales contra cántabros y astures, son otros de los restos encontrados.

   El otro yacimiento se encuentra en el Alto de Robadoiro, en la divisoria entre Cantabria y León, en los ayuntamientos de Vega de Liébana y Boca de Huérgano, y a los pies de la ladera norte de Peña Prieta y el Cubil de Can.

   Fue descubierto hace bastantes años por un montañero pero es con estos trabajos con los que se ha confirmado que es un campamento romano y también se ha descubierto que las dimensiones sn mayores de las que se pensaba.

   Alredor de la cima existe una acumulación de bloques de arenisca restos de una fortificación, que delimita un recinto de 2.197 metros cuadrados que protege la cumbre.

   Con la ortofotografía aérea se ha comprobado la existencia de una segunda línea fortificada exterior que era desconocida ya que era "casi invisible" sobre el terreno.

   La planta de este nuevo recinto ocupa una hectárea, lo que ha "reforzado la entidad" del yacimiento, que se cree que es un 'castellum romano' o una 'castra minora'.

   Todas las piezas encontradas en ambos yacimientos se entregarán al MUPAC "en breve", según Peralta.

   Por su parte, el consejero de Cultura ha resaltado el "impulso" que desde el Gobierno de Cantabria se quiere dar a que los museos de la comunidad combinen la labor divulgativa con la investigadora y también el "esfuerzo importante" presupuestario que se está dedicando a patrimonio.

   Ha considerado que Castro Negro y Robadoiro son "claros testimonios de las guerras de alta montaña y del esfuerzo bélico" que el ejército romano desarrolló en los lugares más alejados y accidentados del territorio de los cántabros.

   Por su parte, el alcalde ha considerado un "poco prematuro" el pensar en cómo explotar turísticamente estos yacimientos, permitiendo la visita, cuando "lo primero" es estudiarlos.