El Liceu propone un 'Roméo et Juliette' metáfora de un "mundo dividido" pero esperanzado

Ópera ‘Roméo et Juliette’
KEN HOWARD / LICEU
Publicado: jueves, 8 febrero 2018 14:28

   "En el mundo hay más división: el Brexit, lo sucedido en Catalunya y Donald Trump"

   BARCELONA, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Gran Teatre del Liceu de Barcelona acogerá desde el 14 de febrero y hasta el 4 de marzo la producción 'Roméo et Juliette', de William Shakespeare con la adaptación Charles Gounod de 1867, dirigida por Stephen Lawless, quien ha avisado que alberga una metáfora sobre "un mundo dividido" pero en el que cabe la esperanza.

   Según ha explicado en rueda de prensa este jueves Lawless, en la transformación de obra teatral shakesperiana a ópera a manos de Gounod, sobresalen la idea del conflicto civil: "Vivimos en un mundo muy dividido y en nuestro prólogo nos referimos a ello de manera muy clara", iniciándose con el funeral de la famosa pareja.

   Con gran mezcla de estilos musicales, la ópera arranca de forma cómica se convierte en algo más oscuro a medida que avanza, deveniendo un mix de "cuestiones políticas, personales y trágicas".

   Ha recordado desde el estreno de la coproducción con The Santa Fe Opera (Estados Unidos), que aparte del reparto, ha cambiado mucho el contexto mundial, y con él el trasfondo de la ópera: "En Santa Fe nos encontrábamos en el momento del Brexit, que tuvo tristes resultados".

   Ha considerado que desde entonces "en el mundo hay más división, además del Brexit: lo sucedido en Catalunya y Donald Trump", ha puesto como ejemplo.

   "En el mundo la división es más marcada que antes, y lo intentamos ilustrar en el teatro y en la ópera, la división entre bandos son temas que están muy frescos en la mente. Son temas que están a la luz y a la vista cada día", ha reiterado.

DIVISIÓN SANADA POR LOS PERSONAJES

   Ha señalado que tanto en la ópera como en la obra, la tragedia que viven estos personajes "acaba curando y salvando la gran división que había en la sociedad en la que ellos vivían".

   Ha considerado que es una ópera "con cierto mensaje de esperanza", ante hechos como el odio chocante que hay en Reino Unido desde el Brexit, que es terrible y da mucha pena, y ha considerado que una de las cosas que pueden hacer los artistas es convertirse en el antídoto de los políticos.

   Ha hecho notar que en la ópera, a diferencia de la obra teatral, Juliette se despierta cuando Roméo ya ha muerto, pero "Gounod dio la posibilidad de que hicieran un dueto musical", y ello en el fondo es un mensaje de esperanza, y no de muerte.

   "Este final permite ver que sí que es cierto que hay un conflicto, que si no se resuelve puede llevar a la muerte, y más vale resolverlo", ha considerado el director, que ha recordado cuando trabajaba en Belfast (Reino Unido) y se encontraba con militares británicos apuntándole en la calle.

   Ha agregado que por suerte en Irlanda del Norte "todo el mundo tuvo la suerte de darse cuenta de que si la espiral continuaba se perpetuaba y la única salida era invertir los sentimientos que se vivían".

SITUADA EN LA GUERRA CIVIL AMERICANA

   El director musical, Josep Pons, ha dicho que en la época en que Gounod la adaptó, Francia intentaba encontrar su propia voz ante la supremacía italiana, y una incipiente hegemonía que estaba creciendo en Alemania, y de esta ópera ha señalado que las voces empiezan juveniles y acaban con gran madurez, "parece una vida entera".

   De hecho, la ópera no está situada en el contexto en el que se escribió --tres años antes del estallido de la guerra francoprusiana--, sino que se ha trasladado a un conflicto mucho más global, como la Guerra Civil de Estados Unidos.

   "No estoy seguro de que una producción actual se pueda situar en el Renacentismo sin caer en el ridículo, está como fuera de sitio", ha dicho Lawless, que ha señalado que Gounod escribió una música grandiosa para tratar grandes temas, y su vocación era buscar un contexto más amplio que no una guerra localista de Verona, sino algo mucho más amplio.

"BUENA QUÍMICA"

   La soprano rusa Aida Garifullina, debutante en el teatro, ha destacado la "buena química" con su compañero de reparto, el tenor albanés Saimir Pirgu, con el que es la segunda vez que trabajan juntos, gracias al color, carácter y calor de sus voces, además de al parecido físico de rasgos oscuros de ambos artistas.

   Pirgu ha dicho que la ópera está tan bien construida que da la oportunidad al cantante de ir alcanzando poco a poco su profundidad: empieza suave, cantando a la belleza y a la noche, hasta que llega el drama y el miedo a perder el amor: "Hay una graduación", ha celebrado.