La dieta variada salvó al puma de la extinción masiva del Pleistoceno

Puma
Puma / wikimedia commons

MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

   Los pumas pueden haber sobrevivido a la extinción masiva que tuvo lugar hace unos 12.000 años porque no tenían reparos sobre lo que comían, a diferencia de sus primos más melindrosos, el gato de dientes de sable y el león americano, que perecieron junto con el mamut lanudo y muchos otros mamíferos gigantes que habitaban la Tierra durante el Pleistoceno tardío.

   Ésa es la conclusión de un nuevo análisis microscópico de las marcas de desgaste en los dientes de pumas, gatos de dientes de sable y lobos americanos que se describe en la edición de este miércoles de la revista 'Biology Letters'.

   "Antes de la extinción del Pleistoceno tardío, seis especies de felinos grandes vagaban por las llanuras y los bosques de América del Norte. Sólo dos, el puma y el jaguar, sobrevivieron. El objetivo de nuestro estudio fue examinar la posibilidad de que los factores dietéticos puedan explicar la supervivencia del puma", resume la profesora asistente de Ciencias de la Tierra y Ambientales en la Universidad de Vanderbilt, Larisa R.G. DeSantis, y coautora del estudio con Ryan Haupt, de la Universidad de Wyoming, ambas en Estados Unidos.

   Estos expertos emplearon una nueva técnica llamada análisis dental de microtextura (DMTA), que usa un microscopio confocal para producir una imagen tridimensional de la superficie de un diente, y, entonces, analizaron los patrones microscópicos de desgaste. El estudio de los dientes de los carnívoros modernos, como hienas, guepardos y leones ha establecido que los alimentos que un animal come durante las últimas semanas de su vida dejan marcas delatoras, de forma que ingerir carne roja, por ejemplo, produce pequeñas rayas paralelas mientras que masticar huesos provoca fosas más grandes y profundas.

   Los investigadores analizaron los dientes de 50 fósiles y pumas modernos y los compararon con los dientes de gatos de dientes de sable y lobos americanos excavados en La Brea Tar Pits en Los Ángeles, Estados Unidos, y los dientes de carnívoros africanos modernos, como guepardos, leones y hienas.

   Anteriormente, DeSantis y otros investigadores encontraron que los patrones de desgaste dental de los leones americanos extintos se asemejaban mucho a las de los guepardos modernos, que son comedores quisquillosos que muy mayoritariamente consumen carne tierna y raramente muerden los huesos, mientras los gatos de dientes de sable eran similares a los leones africanos y masticaban tanto carne como hueso.

   Entre los pumas de La Brea, los científicos hallaron significativamente mayor variación entre los individuos que en otros grandes felinos, incluyendo los gatos de dientes de sable. Algunos de los pumas muestran patrones de desgaste similares a los de comedores puntillosos pero en otros se hallaron patrones de desgaste más parecidos a los de las hienas modernas, que consumen casi todo el cuerpo de su presa, incluidos los huesos.

   "Esto sugiere que los pumas del Pleistoceno tenían un comportamiento alimenticio generalizado --subraya DeSantis--. Probablemente mataban y, a menudo, consumían a sus presas completamente, más que los grandes felinos que se extinguieron". A su juicio, esto es consistente con el comportamiento de la dieta y los patrones de desgaste dental de los pumas modernos, que son depredadores oportunistas y carroñeros de restos abandonados e ingieren por completo los cadáveres de presas pequeñas y medianas, un "comportamiento alimentario variable que puede haber sido en realidad una clave para su supervivencia".