CASTELLÓN, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
Cerca de 4.000 personas, según la organización, han protagonizado este sábado una marcha contra la construcción de la incineradora de l'Alcora (Castellón) que ha partido de esta localidad con destino a la empresa Reyval, que pretende construir la infraestructura, que prevé tratar cerca de 135.000 toneladas de residuos tóxicos al año.
Ataviados con mascarillas y pancartas contra la incineradora, vecinos de l'Alcora y de otras localidades de la comarca de l'Alacatén han recorrido los tres kilómetros que separan el núcleo urbano de las instalaciones de Reyval para reivindicar la marcha atrás en el proyecto, que según advierten, pondrá en peligro la salud de alrededor de 350.000 personas.
La marcha, que a su regreso ha transcurrido por las principales calles de la capital de l'Alcalatén, ha estado encabezada por un numeroso grupo de niños que portaban diferentes pancartas con los lemas 'Quin és el nostre futur?, volem un futur net' ('¿Cuál es nuestro futuro? Queremos un futuro limpio') o 'No incineració, sí reciclatge, sí a l'educació mediambiental' ('No incineración, sí al reciclaje, sí a la educación medioambiental').
Tras ellos se han situado los representantes de todos los grupos políticos municipales de l'Alcora, detrás de una única pancarta con el eslogan 'No a la incineradora'. Tras ellos se ha situado el resto de la ciudadanía, acompañada de representantes de grupos ecologistas como Greenpeace, Ecologistes en Acció o la Plataforma No a la Contaminació.
La mayoría de los asistentes llevaban pancartas y camisetas contra la incineradora y, además, muchos de ellos protegían su nariz y boca con una mascarilla, ya que a la protesta contra la incineradora se suman las continuas quejas de los vecinos más próximos contra las emisiones que se vienen produciendo durante los últimos años en torno a la firma.
Estas emisiones, acompañadas de fuertes olores, han provocado una numerosa sintomatología entre los vecinos, como irritación en nariz, ojos y garganta, mareos, náuseas y vómitos, y ya han dado cuenta de ello a las autoridades sanitarias.
Así, a la llegada a la empresa han dejado algunos elementos simbólicos como flores, escritos o mascarillas con algún mensaje, y se ha leído un manifiesto en el que se ha insistido en que el proyecto debe pararse.
"Porque no tuvimos voz, porque no tuvimos oportunidad de expresar nuestra opinión, porque se nos ocultó, porque estamos en nuestro derecho y porque nos afecta en lo más fundamental que tenemos: la vida y la salud", rezaba el comunicado.
Asimismo, los manifestantes han incidido en que "hay suficientes irregularidades cometidas por la empresa para que la Conselleria le retire la licencia de actividad".
En este sentido, han recordado que Reyval Ambient posee una autorización de gestión de residuos peligrosos desde el 1 de diciembre de 2000 y que en los últimos cuatro años ha sido multada por negligencia medioambiental en tres ocasiones, por un importe total de 300.000 euros.
