'Artículos selectos' rescata del "olvido con saña" al poeta del exilio Juan José Domenchina

Actualizado: martes, 2 marzo 2010 18:38

MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Colección Obra Fundamental, de la Fundación Banco Santander, rescata del "olvido con saña" al poeta del exilio Juan José Domenchina (Madrid 1898-México DF, 1959) con la publicación de 'Artículos selectos', la primera antología dedicada al también narrador, crítico y articulista, amigo y secretario personal de Azaña, al que la guerra civil le sumió en el olvido literario.

'Artículos selectos', obra encargada a la doctora en Filología Amelia de Paz, reúne casi un centenar de artículos de la obra crítica y periodística, que Domenchina escribió para periódicos como 'La Voz' o el 'Sol', en los que firmaba bajo el seudónimo de Gerardo Rivera. Es la primera antología del autor desde 1946.

Con este trabajo, en palabras de De Paz, "el autor regresa a casa", puesto que Madrid fue su ciudad natal (vivió siempre en la calle Serrano) aunque acabó sus días en el exilio en México DF, donde vivió sus últimos 20 años. "Allí produjo lo mejor de su obra", explicó De Paz, quien definió a Domenchina como "el más olvidado y ninguneado" de la Generación del 27.

Ante todo poeta, pero "crítico por excelencia" Domenchina (o 'Don-inquina' como muchos le llamaban en un juego de palabras) se granjeó amistades (como la de Azorín o Machado) y también enemistades ("con Pío Baroja no se podía ni ver") por estos artículos de opinión. "No se mordía la lengua", apuntó De Paz, sobre un crítico que "no perseguía el aplauso, pero buscaba hacer justicia, caiga quien caiga".

De hecho, varios escritores (entre ellos Altolaguirre, Alberti o Cernuda) "arremetieron" contra él y publicaron en el 'Heraldo de Madrid' un manifiesto "en tromba" por las críticas que hizo a Salinas por 'San Juan de la Cruz', tachándola de "edición apresurada". "Él contestó y la polémica la diluyó la guerra civil", recordó de Paz, que tuvo la oportunidad de compartir experiencias sobre la vida del escritor con su mujer, la también escritora Ernestina de Champourcín.

"BORRADO DEL MAPA"

Domenchina, como recordó De Paz, quedó fuera de la nómina del 27 cuando estaba en el exilio. "Lo borraron del mapa", denunció la prologuista sobre un autor al que Vicente Aleixandre calificó de "único cantor del destierro".

La vinculación política y "valentía" de Domenchina, quien suscitó envidias entre Salinas y los más jóvenes después de que en los años 30 de preguerra "lo que él dijera iba a misa", le llevó a escribir una semblanza del propio Azaña en 'La Vanguardia' en el año 39, en plena guerra civil.

"Fiel" a Juan Ramón Jiménez, Domenchina no fue feliz en México, donde su mujer sí se supo adaptar. En la capital del país centroamericano, donde reposan sus restos en el Panteón español, entró en depresión, aunque también "se volcó en la poesía y depuró su léxico". Allí también tuvo rencillas. "En México lo pasó mal", recordó De Paz.