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CÁCERES, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la organización agraria Asaja-Extremadura, Ángel García Blanco, ha pedido al presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, que intervenga con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), socia mayoritaria de Cetarsa, para dotar a la empresa de "profesionales cualificados y eficaces con capacidad para negociar con las multinacionales el precio del tabaco" y así "asegurar la viabilidad del cultivo".
García Blanco ha señalado en rueda de prensa que la SEPI se "limita a salvar las cuentas de Cetarsa" mientras el sector tabaquero corre el peligro de desaparecer ante la reforma de la PAC para el periodo 2014/2020 que deja al tabaco como el "único cultivo agrícola sin posibilidad de acceso a ayudas europeas procedentes del primer pilar".
Hasta ahora el tabaco se podía acoger al artículo 68, la llamada ayuda a la calidad que representaba aproximadamente una ayuda de 0,19 euros por kilo producido, pero "esta ayuda desaparece, aunque es cierto que se acoplará en parte a los derechos de pago de base de los agricultores, pero lógicamente sin la obligación de cultivar tabaco", explica el líder agrario.
"El tabaco así, queda desnudo frente al mercado y solo seguirá produciéndose si el precio de venta es superior al de producción", alerta García Blanco, que explica que la situación actual es que el coste de producción está en torno a los 2,49 euros por kilo, "en el mejor de los casos" y el precio de compra se sitúa alrededor de los 2,18 euros el kilo.
Esto supone que a cada kilo de tabaco producido se le pierden 0,31 euros, por lo que, según Asaja, la solución está en el precio de compra, es decir, "en manos de Cetarsa que es la compradora aproximadamente del 92 por ciento del tabaco español", ha dicho.
Para que la producción de tabaco fuera viable el precio debería incrementarse en 0,50 euros el kilo y llegar a pagar aproximadamente 2,70 euros por kilo, según las estimaciones de Asaja.
"CEMENTERIO DE ELEFANTES"
Por ello, García Blanco ha criticado la política de Cetarsa que, a su juicio, "se ha convertido en un cementerio de elefantes" en el cual "no prima una visión de futuro" ya que "se está limitando a no tener problemas, a mal negociar con las multinacionales y a salvar sus cuentas sin ver que esto se acaba", subraya.
Frente a esta situación, ha explicado que en otros países el precio de compra se ha incrementado desde un 12 a un 14 por ciento, mientras en España ha subido un 4 por ciento, "el mismo precio que se cobraba hace dos años", argumenta.
Desde Asaja se considera que "se está poniendo en juego" no solo a los más de 400 trabajadores de la empresa, sino también el futuro de casi 3.000 cultivadores extremeños y el empleo de casi 25.000 trabajadores en el sector.
Cabe recordar que, según los datos aportados por el presidente de la organización agraria, en los últimos cuatro años el sector ha pasado a tener 2.000 cultivadores menos que están abandonando la producción de tabaco por otros cultivos como el maíz, principalmente en el norte de la provincia de Cáceres.
Así las cosas, Asaja-Extremadura solicita que el Gobierno regional intermedie en Cetarsa para que la empresa pueda negociar un precio del tabaco con las multinacionales que sea rentable para los cultivadores extremeños.
