Las reservas del Guadiana suben un 5% y alcanza el 91,9% de su capacidad

Embalse de la Serena
Foto: CONFEDERACIÓN GUADIANA
Actualizado: miércoles, 19 febrero 2014 10:19

MÉRIDA/ MADRID, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -    

   La reserva hidráulica de la cuenca del Guadiana ha subido un cinco por ciento en la última semana debido a las lluvias caídas, con lo que se sitúa ya al 91,9 por ciento de su capacidad total. Por su parte, la del Tajo está al 73,9 por ciento.

   En el conjunto nacional, la reserva hidráulica se encuentra al 82,4 por ciento de su capacidad total tras crecer esta semana un total de 1.524 hectómetros cúbicos esta semana, lo que representa un 2,8 por ciento, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que señalan que actualmente los embalses españoles albergan un total de 45.614 hectómetros cúbicos de agua embalsada.

   Así, esta semana las principales variaciones se han producido en las cuencas internas de Cataluña, que ha perdido cinco hectómetros cúbicos y la cuenca del Guadiana, que ha acumulado 433 hectómetros cúbicos más.

   Por ámbitos, la reserva se encuentra al 89,3 por ciento en Cantábrico; al 88,7 por ciento en Miño-Sil; al 93,3 por ciento en Galicia Costa; al 100 por cien las cuencas internas del País Vasco; al 89 por ciento, Duero; al 73,9 por ciento, el Tajo y al 91,9 por ciento, Guadiana.

   Además, la cuenca atlántica andaluza está al 84,9 por ciento; Guadalquivir, al 89,3 por ciento; la cuenca Mediterránea andaluza, al 68,7 por ciento; Segura, al 71,2 por ciento; Júcar, al 52,5 por ciento y Ebro, al 82,9 por ciento.

   El MAGRAMA ha destacado que esta semana las precipitaciones han sido abundantes en toda la Península y que la máxima se ha producido en Santiago de Compostela, donde se han recogido 111,5 litros por metro cuadrado.

   Ante esta situación, parte de los 1.230 embalses y presas existentes en España están liberando agua para hacer frente a las próximas lluvias previstas de acuerdo con las predicciones meteorológicas y para evitar posibles daños provocados por inundaciones.

   Según ha explicado a Europa Press el presidente de la Asociación Española de Grandes Presas y Embalses, José Polimont, están entrando sucesivas borrascas por lo que se está desembalsando agua, especialmente en las cuencas del Ebro y del Tajo para "hacer hueco" a las nuevas precipitaciones. De esta manera se consigue laminar la cantidad de agua que se libera a los ríos y evitar las consecuencias de inundaciones graves.

   Concretamente, ha indicado que los embalses consiguen reducir hasta en dos tercios el volumen de agua que puede llegar a circular por un río aguas abajo de la presa y regular las lluvias que están por encima de la media de los últimos diez años.

   Polimont ha señalado que esto se consigue por la "buena gestión" de las confederaciones hidrográficas y por la automatización de distintos sistemas que permiten observar la precipitación prevista, la que ha llegado a la zona más alta de una cuenca hidrográfica. De este modo, se consigue prever la cantidad que se debe desembalsar para evitar un gran volumen repentino aguas abajo.

   De este modo, ha dicho que se están registrando lluvias importantes en los tramos medios de las cuencas del Ebro y del Tajo. Respecto al Tajo, debido a los desembalses cercanos a Portugal, hay un contacto permanente con las autoridades del país vecino para que puedan gestionar los volúmenes de agua desembalsados en la parte española del río. "En el Tajo, afortunadamente tenemos grandes embalses y en el Ebro, gracias a presas como Itois --de la que ha recordado su fuerte rechazo social al principio--, o la de Yesa, se está consiguiendo una buena gestión y evitar daños", ha subrayado.

ENTRE 50 Y 100 EMBALSES MÁS

   Ante esta situación, ha advertido de la necesidad de planificar y construir nuevos embalses atendiendo a que esta persistencia de lluvias en los dos últimos años podrían interpretarse como un adelanto de los efectos del cambio climático. En este sentido, ha recordado que los escenarios previstos contempla que en España habrá más inundaciones y mayores periodos de sequía.

   A su juicio, el Gobierno debería seguir estudiando posibles ubicaciones de embalses para hacer en el futuro los correspondientes proyectos puesto que el proceso de construir un nuevo embalse, desde el inicio de su planificación puede llegar hasta 15 o 20 años.

   "Queda hueco para entre 50 y 100 embalses, algunos de capacidad apreciable pero sin que pensar en presas muy grandes. Tenemos que estudiar los emplazamientos", ha apostillado.