VALLADOLID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
El norteamericano Robert Capa sería conocido como el 'Centelles americano' en caso de que el fotoperiodista español, protagonista desde este jueves de una muestra que se puede visitar en Valladolid, hubiera tenido una vida "más normal".
Así lo puso de manifiesto su hijo Sergi Centelles, quien con motivo de la inauguración de la exposición 'Agustí Centelles, colección particular', ubicada en la Sala Municipal de Exposiciones San Benito de Valladolid, aseguró que si la vida de su padre hubiera sido más "normal" probablemente Robert Capa "sería conocido como el Centelles americano y no Centelles como el Capa español".
Asimismo, recordó las dificultades con las que se encontró su padre, quien tuvo que "reinventarse a sí mismo" y permaneció en el exilio cinco años y medio, periodo en el que colaboró con la Resistencia francesa aunque la presión de la Gestapo le obligó a regresar a Catalunya, por lo que atravesó los Pirineos a pie.
Sergi Centelles, el nieto del fotoperiodista, Agustí, y el gerente de la Fundación Municipal de Cultura, José María Viteri, fueron los encargados de presentar la muestra, que se puede contemplar hasta el 29 de agosto y que expone imágenes recuperadas tras la muerte de Franco a partir de los 9.000 negativos que el fotógrafo valenciano se llevó al exilio.
Las fotografías, que según los organizadores introdujeron "vitalidad, encuadre, plasticidad y movimiento" renovados, muestran hechos singulares como la reacción de los barceloneses ante la victoria del Frente Popular en las elecciones del 36, la salida de la ciudad de las órdenes religiosas en plena Revolución del 34 o escenas de la vida cotidiana como el beso protagonizado por un soldado y su compañera en 1936, tomada años antes del famoso de Nueva York.
Agustí Centelles i Ossó nació en El Grao (Valencia) en 1909 y murió en 1985 en Barcelona, ciudad donde desarrolló gran parte de su actividad profesional en dos épocas diferentes.
Centelles captó, en blanco y negro, toda la crudeza de guerra como se puede observar en las escenas bélicas, que en algunos casos se convirtieron en iconos del bando republicano y fueron, finalmente, utilizadas por el Gobierno de la Generalitat con fines propagandísticos.
Además, fue el tercer fotógrafo español en utilizar una cámara Leica de paso universal, lo que le permitió realizar retratos con una "gran fuerza expresiva" sin buscar tanto el "aspecto creativo" como la realidad "tal y como es".
