PEKÍN, 25 Oct. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
El Gobierno chino ha mandado quemar más de 32.000 toneladas de productos lácteos contaminados con melamina en su último intento de contener un escándalo sanitario que ha dejado a decenas de miles de niños hospitalizados, víctimas de esta intoxicación.
Imágenes de la televisión estatal mostraban cajas y paquetes de leche en polvo lanzadas a enormes hornos de fundición en Shijiazhuang, en la provincia septentrional de Hebei, donde comenzaron a registrarse, el pasado mes de septiembre, los primeros casos.
Los productos han sido enviados a cuatro fábricas de cemento y a dos fundiciones de metal. Al mismo tiempo, el Gobierno sigue revisando un nuevo borrador para una ley de seguridad alimentaria más endurecida, en respuesta a las críticas de Naciones Unidas, que ha acusado a Pekín de actuar con lentitud a la hora de cancelar la venta de este material contaminado.
A día de hoy, cuatro niños han muerto y más de 3.000 siguen hospitalizados a consecuencia de esta intoxicación.
