Crónica Alimentos.- La Reunión de Madrid de seguridad alimentaria se salda con una única contribución anunciada por España

Actualizado: martes, 27 enero 2009 21:34

Los 120 participantes piden movilizar el dinero ya comprometido y acuerdan crear una nueva Alianza contra el hambre

MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Reunión de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria (RANSA) celebrada entre ayer y hoy en Madrid se ha saldado con un único anuncio por parte de España de destinar 1.000 millones de euros en los próximos cinco años para luchar contra el hambre. Los representantes de los 120 países presentes se limitaron a manifestarse "hondamente preocupados" por la "inaceptable" situación de inseguridad alimentaria global que "afecta a más de 960 millones de personas".

Aparte de España, ningún otro país comprometió partida alguna para la lucha contra el hambre, pese a que los organizadores del encuentro (el Gobierno español y Naciones Unidas) habían explicado que el objetivo principal era llamar la atención de nuevo sobre la crisis alimentaria y diseñar una nueva 'hoja de ruta' para luchar contra el aumento del hambre. Del encuentro ha salido la llamada 'Declaración de Madrid', en la que los participantes se manifiestan "hondamente preocupados" por la "inaceptable" situación de inseguridad alimentaria global.

También instan a "redoblar los esfuerzos para alcanzar los compromisos internacionales de incrementar sustancialmente los recursos financieros y la Ayuda Oficial al Desarrollo, en particular en relación a la nutrición, alimentación, agricultura y programas relacionados con la lucha contra el hambre". En este sentido, piden que se movilicen "de forma flexible y predecible los recursos adecuados ya comprometidos" en la lucha contra el hambre.

Tampoco aparece en la declaración un compromiso claro de considerar el derecho a la alimentación como un derecho básico, sino que animan a que así se haga. A petición de las ONG que se ocupan de la desnutrición infantil, se ha añadido un punto en el que se recuerda que los Estados tienen la responsabilidad de esforzarse al máximo para "asegurar" el derecho a "disponer de alimentos adecuados de forma regular y adecuada", especialmente en el caso de los menores de cinco años, las mujeres y otros grupos vulnerables.

ELIMINACIÓN DE LOS SUBSIDIOS

En el texto sí figura un llamamiento a "eliminar todas las formas de subsidios que distorsionan la competencia" y desarrollar "sistemas de protección social" para desarrollar un "comercio agrícola justo". También instan a que, junto con la movilización de los recursos ya comprometidos, se identifiquen las "necesidades de financiación adicional necesarias" para responder a crisis alimentarias severas y apoyar a los pequeños productores.

Eso sí, advierten de que estas acciones sólo serán eficaces si están "lideradas por los gobiernos de los países afectados, sus parlamentos, gobiernos locales y su ciudadanía" e inciden en la "importancia de incorporar a la sociedad civil y al sector privado".

Asimismo, acordaron iniciar el proceso de creación de una Alianza Global por la Agricultura, Seguridad Alimentaria y Nutrición con el fin de mejorar la coordinación entre todos los actores que combaten el hambre.

CONTRIBUCIÓN ESPAÑOLA

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció en la clausura la reunión que España aportará 200 millones de euros anuales en los próximos cinco años para financiar "políticas dirigidas a la agricultura y la seguridad alimentaria" en aquellos países "más vulnerables" y "afectados" por la crisis alimentaria mundial.

Zapatero destacó que "hay algo más imprescindible, más imperioso" que "restablecer el crecimiento de las economías nacionales y del empleo" en el mundo desarrollado, que es "avanzar en la ayuda al desarrollo y, en particular, en la lucha contra el hambre y la pobreza extrema".

Zapatero señaló que la actual crisis económica será "un duro paréntesis" para los países desarrollados, pero, al fin y al cabo, "un paréntesis", mientras que en los países "azotados por el hambre y la pobreza extrema" la crisis "es una forma de vida".

El jefe del Gobierno anunció en junio pasado en la cumbre de la FAO en Roma que España destinaría 500 millones de euros hasta 2012 contra la crisis alimentaria mundial. Esa cantidad, de la que en 2008 se desembolsaron en 269 millones, es para financiar programas de la cooperación bilateral y está destinada a programas de protección social de pequeños agricultores y de atención a menores de cinco años, entre otros.

En cambio, los 1.000 millones de euros anunciados hoy se canalizarán bajo el liderazgo del equipo de alto nivel de Naciones Unidas sobre seguridad alimentaria. Con ellos son ya 5.500 millones de dólares (4.170 millones de euros) los comprometidos por quince países para luchar contra el hambre en los próximos cinco años, a los que hay que añadir los 1.300 millones de dólares puestos a disposición de la ONU por parte de la UE.

Zapatero propuso a los distintos países un "esfuerzo en la movilización de recursos financieros destinados a las políticas públicas que fomenten la agricultura y la seguridad alimentaria", canalizados a través de la ONU, en línea con el compromiso asumido ya por una quincena de países, entre ellos España.

BAN INSTA A "HACER MÁS"

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, calificó de "intolerable" que en el mundo haya 1.000 millones de personas que pasan hambre, por lo que se mostró convencido de que "todos" deberán hacer "más" para abordar este problema. En este sentido, reclamó "una coordinación más efectiva entre países" puesto que ya existen las instituciones para abordar este problema.

En la clausura de la RANSA, Ban declaró: "Trabajamos duro para llevar asistencia alimentaria a los que la necesitaron en 2008 y preveo que tendremos que trabajar incluso más duro en 2009, este año de recesión".

Tras reconocer que el año pasado se hizo "un esfuerzo sin precedentes" y que se ayudó "a más de 100 millones de personas hambrientas", animó a "sostener nuestros éxitos e incrementar nuestras respuestas, especialmente puesto que la crisis financiera agrava el impacto de la crisis alimentaria".

Ban recordó que el año pasado los precios de la comida se elevaron tanto que "las raciones básicas estuvieron fuera del alcance de millones de personas", lo que hizo que "el número total de personas hambrientas en el mundo se aproximara a (la cifra) intolerable de 1.000 millones".

CONCLUSIONES

El secretario general de la ONU explicó que a partir de su encuentro de hoy con el Equipo de Alto Nivel designado para abordar el problema del hambre y el contenido de la reunión de Madrid ha llegado a una serie de "conclusiones" sobre la línea de actuación en esta materia.

Así, incidió en que se deben vincular "las acciones para reducir el hambre, mejorar la seguridad alimentaria y nutricional, ampliar la protección social de los más vulnerables, mejorar la producción agrícola y hacer que los sistemas comerciales trabajen para los pobres del mundo".

Por otra parte, explicó el diplomático surcoreano, hay que trabajar para la formación de "asociaciones incluyentes que ayuden a general un nivel de compromiso sostenido nacional, regional y global para el movimiento contra el hambre y la desnutrición".

Por último, Ban subrayó que "los países necesitan un acceso fácil a la ayuda externa para su seguridad alimentaria y para los programas para los pequeños agricultores". "Si se pueden movilizar más fondos, conocimiento o inversión privada de una forma más coherente y predecible, el volumen de recursos aumentará", indicó.

Pero, previno, "si no construimos un consorcio responsable que sirva como mecanismo financiero viable y coordinado para la seguridad alimentaria, el dinero no llegará". No obstante, dejó claro que ya "existen suficientes instituciones para garantizar que se da prioridad a las necesidades, que se evalúan las propuestas y que se ponen a disposición los fondos de forma coordinada y eficiente".