MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Revolucionaria iraní lleva meses reclutando a miles de refugiados afganos para combatir en Siria a cambio de un salario de 500 dólares mensuales y la promesa de que obtendrán un permiso para residir en Irán al término de su servicio, según han indicado fuentes afganas y occidentales al diario 'Wall Street Journal'.
"La Guardia encuentra conexiones entre la comunidad de refugiados y, a partir de ahí convencen a los jóvenes para que luchen en Siria", según la oficina de un líder religioso iraní, el gran ayatolá Mohagegh Kabuli.
Los detalles de este proceso de reclutamiento fueron dados a conocer inicialmente en una web dedicada a los tres millones de desplazados afganos --dos de ellos bajo la ilegalidad--, que conforman uno de los sectores más pobres y discriminados de Irán.
"Reciben de todo, desde salarios a residencia", pasando por plazas escolares para los hijos de los combatientes en escuelas iraníes y cartillas de racionamiento, según la web. Esta información también ha sido confirmada por una fuente anónima de la Guardia Revolucionaria al diario estadounidense.
El Gobierno iraní, fiel a su política oficial, ha desmentido la participación de afganos a sueldo de Irán en el conflicto sirio. "Irán solo participa en el conflicto sirio para ayudar a las autoridades contra los extremistas", hizo saber el portavoz de la misión de Irán ante Naciones Unidas, Hamid Babaei.
Sin embargo, otras fuentes consultadas por el diario no solo ratifican que Irán está empleando a refugiados afganos en los combates sino que forman parte importante del contingente de extranjeros que ha llegado a Siria para luchar al lado del bando oficial que lidera el presidente Bashar al Assad.
"Irán quiere jugar un papel dominante en Siria y los refugiados afganos son ejemplo de que están usando mercenarios que luchen por ellos", ha declarado el director del Centro de Estudios para Oriente Próximo de la Universidad de Denver, Nader Hashemi.
A pesar de las insostenibles condiciones de vida que denuncian ONG como Human Rights Watch, hasta 800 afganos intentan cruzar ilegalmente la frontera con Irán diariamente huyendo del conflicto en su país, a sabiendas de que no pueden obtener permisos de trabajo, ni registrarse para casarse, acudir a la escuela o tener hijos.
