Islamistas somalíes ordenan la amputación de una pierna y una mano a cuatro adolescentes

Actualizado: lunes, 22 junio 2009 20:39


MOGADISCIO, 22 Jun. (Reuters/EP) -

Los insurgentes de la milicia islámica de Al Shabab sentenciaron hoy a cuatro adolescentes a la amputación a cada uno de una mano y una pierna como castigo por robar en una muestra de poder de este grupo radical islamista en uno de sus baluartes de la capital, Mogadiscio.

Sería la primera amputación doble que llevan a cabo los rebeldes, que siguen la ley islámica o 'sharia' en las partes que controlan en el sur del país. Al Shabab --en cuyas filas combaten yihadistas extranjeros y es una organización percibida por los servicios de seguridad occidentales como próxima a la red terrorista Al Qaeda-- ha llevado a cabo con anterioridad ejecuciones, azotes y amputaciones de un solo miembro, la mayor parte en el puerto de Kismayo, en el sur del país.

Además, se enfrenta al Gobierno del presidente, jeque Sharif Ahmed, por el control de Mogadiscio, y también lucha contra la milicia islamista moderada aliada con el Gobierno en diferentes provincias.

"Hoy, el tribunal islámico sentencia a estos cuatro hombres que robaron a la amputación de su mano y su pierna opuestas", señaló el juez del tribunal de la 'sharia', Sheij Abdul Haq, en la zona de la capital somalí que tienen bajo su poder los insurgentes de Al Shabab, Suqa Holaha. "Robaron teléfonos móviles y diversas pertenencias", añadió.

El juez no especificó en la vista cuándo se llevará a cabo la sentencia, en un juicio al que asistieron cientos de residentes. Los adolescentes, en silencio, permanecían en custodia. Las estrictas prácticas de Al Shabab han impactado a muchos somalíes, que suelen ser musulmanes moderados, aunque los residentes han dado a los insurgentes el suficiente crédito para restaurar el orden en las regiones que controlan.

En el último ciclo en los 18 años de violencia en Somalia, una insurgencia por parte de los islamistas de más de dos años y medio ha terminado con la vida de 18.000 civiles, ha obligado a más de un millón de personas a abandonar sus hogares y ha aumentado los temores porque la inestabilidad en este país afecte a toda la región.