De los más de 100 millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria, una cuarta parte son mujeres y niñas
MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El número de desplazados en el mundo por las guerras y los desastres es actualmente el más alto desde la Segunda Guerra Mundial y son las mujeres y niñas las que más sufren las consecuencias de estas crisis humanitarias, ha denunciado el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), que ha presentado este jueves en Madrid su informe "Refugio en la tormenta".
"En un mundo frágil, las mujeres y las niñas pagan un precio desproporcionado. Cuando sobreviene una crisis, las mujeres y las niñas se encuentran en una situación de desventaja desproporcionada y están menos preparadas o empoderadas para sobrevivir y recuperarse", denuncia el informe.
De acuerdo con datos del UNFPA, de las más de 100 millones de personas que necesitaron asistencia humanitaria en 2015, una cuarta parte fueron mujeres y adolescentes en edad reproductiva.
Las mujeres y niñas son víctimas de numerosas agresiones en los campos de refugiados, ha señalado la responsable de atención psicológica de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Mª Ángeles Plaza. "La violación y violencia contra la mujer se usa desde siempre como arma de guerra, es la forma más barata de dañar al enemigo", ha añadido.
Estas mujeres y niñas están expuestas a la violencia sexual y por razón de género. Son víctimas de violencia y tortura sexual, explotación, mutilación genital femenina, matrimonios forzados, concertados o precoces... Todo esto deriva en una mayor manifestación de infecciones de transmisión sexual, de embarazos no deseados y de enfermedades y muertes relacionadas con la maternidad, además de provocar graves problemas psicológicos, según la agencia de la ONU.
CAUSAS Y OBJETIVOS
"En el último decenio se ha progresado notablemente en la prestación de servicios humanitarios específicos para las mujeres y niñas. No obstante, siguen existiendo lagunas importantes, tanto en la acción como en la financiación", asegura el UNFPA.
Según sostiene el informe, la deficiencia de esta asistencia es en parte debido a que, ante una crisis, el proporcionar alimento, albergue y atención médica de urgencia a los traumas agudos son el objetivo principal, de manera que problemas como la discriminación de género y de otro tipo se posponen.
El informe observa que la inexistencia de esta atención concertada se debe también a la falta de datos sobre la cantidad de mujeres que hay afectadas y las necesidades que tienen además de a "la falta de conocimientos especializados sobre la cuestión de género de muchos equipos de respuesta inicial".
Ante estos problemas, este fondo de Naciones Unidas pide que se sitúe la salud sexual y reproductiva en el centro de la acción humanitaria. El UNFPA reclama también, además de una mayor financiación, "no limitarse a reaccionar a los desastres y conflictos cuando estos se desatan, sino apostar por la prevención, la preparación y el empoderamiento de individuos y comunidades para sobrellevar las crisis y recuperarse de ellas".
"Solo el 5 por ciento de la financiación está dedicada a la prevención, y solo el 0,5 por ciento de la ayuda humanitaria está dedicada a temas de violencia de mujeres, y eso que se ha incrementado el presupuesto" ha asegurado el responsable de Género, Derechos Humanos y Cultura del UNFPA, Luis Mora.
El informe señala que es necesario, y muy importante, educar a las personas en la resiliencia pero asegura que "mientras la desigualdad y el acceso inequitativo mermen sus derechos, aptitudes y oportunidades, las mujeres y las niñas seguirán estando entre las personas más necesitadas de asistencia humanitaria y menos preparadas para contribuir a la recuperación y la resiliencia".
"Este informe llega en el momento adecuado", ha manifestado la directora de Cooperación Multilateral, Horizontal y Financiera de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Cristina Juarranz. "La crisis está cercenando los derechos sexuales de las mujeres y niñas, es urgente entender la necesidad de proteger estos derechos de más de 26 millones de mujeres y niñas", ha añadido.
"El corazón de este informe es rescatar del olvido a miles de millones de mujeres y niñas", ha señalado Mora. "La violación de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres es un tema que se ha empezado a tratar recientemente, y todavía tiene que superar muchos obstáculos", ha añadido.
