Un responsable de Madridec declaró que el dispositivo policial era menor al de otros eventos
MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
El exdelegado de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid Antonio De Guindos y el jefe de la Policía municipal Emilio Monteagudo tendrán que responder ante el juez Eduardo López por qué no se impidieron durante la madrugada del pasado 1 de noviembre los hasta cuatro botellones que tuvieron lugar en el exterior del recinto municipal al tiempo que se celebraba la fiesta de Halloween.
De Guindos prestará declaración como imputado en el marco de esta investigación el próximo 13 de marzo, mientras que Monteagudo lo hará el próximo 20 de marzo. Desde el inicio del proceso penal las acusaciones que representan a las cinco familias habían solicitado la imputación en pleno del antiguo departamento municipal de Seguridad, pero las acusaciones no se han concretado hasta que han prestado declaración varios miembros de Madrid Espacios y Congresos.
Hace unas semanas, el propio fiscal superior de la Comunidad de Madrid, Manuel Moix, comprobó en el visionado de las imágenes que se habían producido hasta cuatro botellones en los alrededores del pabellón, a pesar de que al menos había "cuatro coches de Policía en uno de los accesos".
A preguntas entonces sobre una posible dejación de los agentes, Moix insistió en que habrá que determinar si la Policía actuó correctamente y, en caso contrario, si su comportamiento tuvo alguna incidencia en la tragedia.
"Hay que determinar si actuó correctamente y si ello tuvo incidencia en la tragedia porque si no la tuvo se quedaría en una responsabilidad administrativa", manifestó entonces. "Las personas entraron por acceso habilitados. El botellón no afecta a que entraran o no en el Madrid Arena", agregó.
En cuanto a la actuación policial, el director de Seguridad de Madridec, Rafael Pastor, reconoció en su declaración que el día de la fiesta de Halloween había un dispositivo policial mucho menor que el habitual en eventos similares. Asimismo, manifestó que Seguriber era la empresa encargada de controlar que en el parking del recinto no hubiera botellón.
