MADRID, 31 Ago. (OTR/PRESS) -
"Bueno" y "positivo para España". Así ha calificado el ex presidente del Gobierno Felipe González el acuerdo alcanzado entre PSOE y PP de reforma de la Constitución para fijar un techo de déficit y deuda. No obstante, el socialista ha considerado que introducir este cambio en la Carta Magna para obligar a la estabilidad presupuestaria "no deja de ser reconocimiento de cierto fracaso". Las declaraciones de González han coincidido este martes con la votación en el Congreso de la toma en consideración de esta propuesta de reforma constitucional. Con su resultado se ha mostrado "muy satisfecho" el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, que además ha elogiado el "enorme sentido de la responsabilidad" del PSOE.
En un artículo de opinión bajo el título 'Debates confusos' publicado este martes en el diario El País y recogido por Europa Press, González ha señalado que "la estabilidad presupuestaria es una condición necesaria para garantizar, a medio y largo plazo, un crecimiento económico sostenido".
Por ello, ha considerado que "es bueno que haya un acuerdo que obligue a todos sobre la estabilidad presupuestaria en el medio y el largo plazo". "Sería deseable que se sumaran otras fuerzas políticas para que el consenso fuera significativo en la España plural", ha añadido.
No obstante, el ex presidente del Gobierno ha opinado que reformar la Constitución para lograr este objetivo de estabilidad presupuestaria "no deja de ser el reconocimiento de un cierto fracaso". "Existen otros instrumentos legales para hacerlo, pero dudamos de nuestra voluntad colectiva para respetarlos y aplicarlos", ha indicado.
Para González resulta positivo que el fin de la reforma no sea implantar el déficit cero, algo que califica de "sectario" y "disparate", así como una "muestra del radicalismo ideológico que no permite margen de maniobra ante los ciclos económicos".
"ENORME SENTIDO DE LA RESPONSABILIDAD" DEL PSOE
La publicación de este artículo del ex presidente socialista ha coincidido este martes con la votación en el Congreso de los Diputados de la toma en consideración de esta propuesta de reforma constitucional, que ha sido apoyada por 318 diputados del PSOE, del PP y de UPN y ha contado con 16 votos en contra.
Con este resultado se ha mostrado "muy satisfecho" el presidente del Gobierno, que ha recalcado que esta reforma es "muy importante" para el país". "Es razonable, es bueno para España", ha declarado Zapatero a los periodistas en los pasillos de la Cámara Baja, una vez finalizado el Pleno extraordinario celebrado con motivo de esta proposición de ley.
Asimismo, el jefe del Ejecutivo ha asegurado estar contento con la postura adoptada por su partido, después de las diferentes reuniones que este lunes presidió el candidato del PSOE a las generales, Alfredo Pérez Rubalcaba. "Tienen un enorme sentido de la responsabilidad y estoy muy satisfecho porque realmente es muy importante para España este momento", ha recalcado.
A juicio de Felipe González, la intervención del candidato socialista ha resultado determinante, ya que "cualquier ciudadano preocupado por la salida de esta larga y dura crisis debería apreciarlo".
NO AL REFERÉNDUM
Sin embargo, el ex presidente del Gobierno ha defendido que no se convoque un referéndum para ratificar la reforma porque "no afecta a ningún elemento sustancial de la Carta Magna". Ni siquiera ha considerado "razonable" que "se traslade a los ciudadanos la decisión de si podemos tener deudas excesivas como consecuencia de déficits estructurales incontrolados e incontrolables".
El rechazo a este referéndum también ha sido apoyado por el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, que ha resaltado que esta vía ahora no sirve y, en cualquier caso, ha recordado que se trata de una modificación leve que no afecta a los derechos fundamentales.
"Si se somete -la reforma- a una consulta popular tres meses después, deja al país todavía en la indecisión", y precisamente el objetivo de la reforma es dar confianza y garantías a los mercados y a las instituciones europeas", ha asegurado Jáuregui, en declaraciones a la emisora Rac1.
"El conjunto del partido está unido", ha indicado el ministro de la Presidencia para destacar el buen recibimiento que tuvo la reforma en la ejecutiva del PSOE, su comité territorial y el encuentro con diputados y senadores. También ha precisado que las discrepancias que se han producido en el PSOE son "muy, muy puntuales y muy personales".
Según ha recalcado Jáuregui, en ningún caso Rubalcaba expresó este lunes "discrepancia" alguna en cuanto a la norma, a pesar de que el candidato socialista trasladara a Zapatero que no "hubiera hecho así" la reforma constitucional.
De este modo, el ministro de la Presidencia ha valorado la actitud que ha tenido el candidato socialista en las negociaciones: "Comprendió, asumió, negoció muy bien y se ha cerrado un pacto bueno" que contribuirá a dar confianza en un contexto convulso y confuso, ha reconocido.
La postura adoptada por Rubalcaba sobre la reforma constitucional también ha sido compartida "al cien por cien" por el lehendakari y secretario general del PSE-EE, Patxi López, que ha asegurado que "controlar el déficit, buscar el equilibrio presupuestario es radicalmente necesario".
No obstante, ha precisado que "no debe ser un corsé que nos impida acudir a la deuda para adoptar medidas anticrisis que mejoren el crecimiento de la economía y sostengan los servicios públicos". "Esto con la reforma que se ha propuesto está salvado", ha subrayado en su comparecencia en San Sebastián, tras la celebración del primer Consejo de Gobierno de este curso político.
En su opinión, "es curioso ver" cómo mientras Europa marcaba límites de déficit "estaba bien" y, "cuando las fuerzas políticas del conjunto de España se ponen de acuerdo para fijar esos límites y que sean de obligado cumplimiento para todos, algunos sacan a relucir no se qué tipo de esencias, que de ninguna manera se conculcan". En este sentido, López ha insistido que "la autonomía de las comunidades está salvaguardada".
UNA RESPUESTA DE LA UNIÓN EUROPEA
Asimismo, el lehendakari se ha referido a las "grandes turbulencias" registradas este pasado verano en la economía, especialmente en Europa, que llevan a "repensar" cómo organizar el entramado institucional de una Unión Europea (UE) "unida y compartida".
A su juicio, las medidas adoptadas por las instituciones europeas para afrontar la crisis son "necesarias" y, a la vista de los acontecimientos, las instituciones europeas "no pueden estar al albur de las decisiones personales de dos presidentes, de dos países, por muy respetables que sean". Por ello, López ha abogado por una Europa con instituciones "más fuertes y mayor capacidad de decisión".
También Felipe González, en su artículo de este martes, ha advertido de que para salir de la crisis hace falta una respuesta por parte de la UE que vaya más allá de las decisiones individuales que puedan tomar los países que la conforman.
"Nadie discute ya que en un mercado interior sin fronteras y con una sola moneda hay que coordinar las políticas económicas y fiscales de los países miembros. No se puede perder más tiempo, ni retrasar inútilmente instrumentos necesarios como el 'bono europeo' antes de que se desangre país a país la zona euro y arrastre hacia su caída toda la construcción europea", ha señalado.
Aunque ha destacado que en España hay que acabar con el "inconsistente argumento" de que le obligan los mercados o de que obedece a Bruselas o a Francia y Alemania, González también ha subrayado que "es más verdad que en la Unión nadie obliga a nadie, pero todos, reunidos en Consejo, pueden y deben obligarse a cumplir los compromisos de gobernanza europea, con penalizaciones para quienes no lo hagan, sin excepciones".
