Los "controladores aéreos" de las aves: 10 horas al día contando pájaros en el Pirineo para predecir el cambio climático

Técnicos de campo de SEO/BirdLife observando las aves
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 25 septiembre 2017 8:14

   Más de 60.000 aves migratorias han cruzado, hasta el mes de agosto, la puerta del Pirineo aragonés en busca del cálido invierno en Andalucía y África

   SOMPORT, (HUESCA), 25 Sep. (de la enviada especial de Europa Press Lourdes Jiménez) -

    Los "controladores aéreos" de las aves migratorias son los técnicos de campo que, en el marco del proyecto Lindus-2, se turnan para pasar 10 horas al día apostados en las montañas del Somport y el Portalet, en el Pirineo aragonés, contando los pájaros invernantes que cruzan el paso fronterizo desde el centro de Europa y Escandinavia en busca de un invierno más cálido. El objetivo último de la iniciativa es predecir, adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático.

   El proyecto Lindus-2, que está dotado con 1.400.000 euros y financiado en un 65 por ciento por fondos europeos, engloba el estudio de las aves migratorias y murciélagos, la educación ambiental y el ecoturismo, a través del Gobierno de Navarra, el ayuntamiento de Burguete, SEO/BirdLife en Aragón y la Ligue pour la Protection des Oiseaux (LPO-Aquitania) en Francia.

   A 1.800 metros de altura en las montañas del Somport, bañadas por pizzarras rosadas y tapizadas de enebros, brecinas e incluso arandanos, los técnicos de campo de SEO/BirdLife comienzan a percatarse de lo que el resto no alcanza a ver: "¡Mirad las grullas!", espeta Marta Medrano, ambientóloga y una de las cuatro personas que forman el equipo de "controladores aéreos" de la ONG.

    "El truco para verlas está en hacer un barrido por el cielo, tomando a las montañas como referencia. Para identificarlas, hay que fijarse en el tamaño, la cola, las alas o la forma de volar", explica otro de los observadores, Héctor Bintanel.

   Los cuatro técnicos de campo trabajan desde mitad de julio hasta mitad de noviembre observando el periplo de las aves migratorias, enfundados en forros polares y acompañados de un hidrómetro, anemómetro y termómetro, para anotar las condiciones meteorológicas cada hora en un cuaderno de campo, en el que también dejan constancia del número y tipo de aves avistadas, ayudados de catalejos, prismáticos y telescopios.

   "Yo he llegado a contar hasta 4.883 vencejos en menos de un día", cuenta Medrano. "Fue muy extresante, me escocían hasta los ojos, pero fue muy emocionante", continúa, mientras que el récord de Bintanel está en el avistamiento de más de 5.500 milanos negros.

   La idea de esta parte del proyecto, que comenzó en 2016 y acabará en 2018, es testear cuál es el lugar del Pirineo aragonés que mejor explica la migración de las aves para construir, a partir del año que viene, un refugio que sirva tanto para la observación científica como turística y alargar así la vida de la iniciativa una vez se acabe la financiación europea.

HORAS DE ENTRENAMIENTO PARA IDENTIFICAR LAS AVES

   Medrano comienza a contar el número de golondrinas viajeras que están cruzando la frontera e identifica 34 sin perderse con la cuenta, a pesar de que las andorinas van comiendo y avanzando en círculos. Mientras tanto, Sofía Morcelle, la ambientóloga que se dedica al análisis de los datos que recogen los "observadores", reconoce que, para tener la habilidad de conteo, "hacen falta muchas horas de entrenamiento".

   Desde que empezó el proyecto esta temporada, han pasado más de 60.000 aves migratorias, contadas una a una por los técnicos de campo, según explica el coordinador técnico, Pablo Vicente, que señala que las más abundantes han sido golondrinas y vencejos comunes y milanos negros.

   Junto a ellas, águilas calzadas, busardos ratoneros, azores comunes, halcones peregrinos, aguiluchos cenizos, aviones zapadores, alimoches, cernícalos, mosquiteros, zorzales y una larga lista que han pasado por la puerta de los Pirineos, ante la mirada de los residentes habituales del valle, los buitres leonados.

"LA SEQUÍA PROVOCA CAMBIOS DIAMETRALES EN LAS RUTAS"

   El delegado de SEO/BirdLife en Aragón, Luis Tirado, inmerso también en este proyecto, explica desde un repecho en la estación de esquí de Candachú, que "la sequía puede provocar cambios diametrales en las rutas migratorias de las aves de un año para otro". Un ejemplo de ello es la Laguna Gallocanta, o La Mancha Húmeda, donde "no se ve ni un sólo pájaro en los años secos".

   Asimismo, en los últimos 20 años, los estudios han demostrado que aves como la golondrina han retrasado su época de invernada debido a que las temperaturas en el norte continúan siendo cálidas a finales de verano e inicios del otoño.

ALTERNATIVA ANTE LAS TEMPORADAS DE ESQUÍ CADA VEZ MÁS CORTAS

   "Con el estudio de los datos que estamos recopilando queremos asesorar a las administraciones públicas y los diferentes sectores implicados sobre cómo podemos mitigar los efectos del cambio climático", apunta Tirado. Por ejemplo, las temporadas de esquí son cada vez más cortas debido a la disminución de las nevadas, y "el turismo ornitológico puede ser una alternativa".

   Por ello, el ayuntamiento de Canfranc, así como la Diputación de Huesca han decidido apostar por este proyecto con medios materiales e infraestructuras. Su alcalde y diputado provincial, Fernando Sánchez, explica que una temporada de esquí cada vez más corta, el turismo ornitológico puede ayudar a mitigar los impactos económicos y sacar mayor rendimiento a las instalaciones de la estación de esquí en otras épocas del año.

   Con todo, SEO/BirdLife, que celebra este 30 de septiembre el trigésimo aniversario del Día de las Aves con más de 300 actividades en toda España, anima a la ciudadanía a que se convierta en "cuentapájaros" para ayudar a la elaboración de censos y a comprender mejor la biodiversidad: "simplemente con un móvil y la aplicación gratuita eBird podrás ser uno de los nuestros".

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