Un vertido de unos 3.000 kilos de sosa cáustica mata 500 kilos de peces en el río Tea (Pontevedra)

El alcalde de Mondariz tilda de "catástrofe" este vertido, aunque recuerda que las dos playas fluviales del municipio "se han salvado"

PONTEVEDRA, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -

Un vertido de sosa cáustica ha matado a unos 500 kilos de peces en el río Tea, en Pontevedra. En concreto, este vertido, de unos 3.000 kilos y procedente de la planta de aguas de Mondariz, ha "arrasado" con parte de la fauna piscícola de este río --trucha, salmón, escalo, anguila y cría de lamprea--.

Así lo ha corroborado, en declaraciones a Europa Press, el alcalde de Mondariz, Julio Alén, quien ha indicado que el vertido se produjo en la madrugada de este viernes.

Tras el vertido, técnicos de la empresa alertaron a la Guardia Civil, a Medio Ambiente, a Sanidad y al propio ayuntamiento de Mondariz. Y es que fueron unos 3.000 kilos de sosa cáustica los que se vertieron al río Tea, según ha aseverado el director de la planta de Mondariz, Alberto Cabadas, en declaraciones a Europa Press.

Ante esto, el regidor de Mondariz ha destacado que este vertido "ha matado y ha arrasado con todo". Y es que ha remarcado que éste ha afectado a más de dos kilómetros del río Tea, el afluente más importante del río Miño en Pontevedra.

"Nunca hemos tenido una catástrofe como esta", ha lamentado Alén, justo antes de indicar que el vertido "está llegando" al municipio de Ponteareas, donde ya se "están tomando medidas". De todos modos, el regidor de Mondariz ha incidido en que este vertido no ha dañado las dos playas fluviales del ayuntamiento de Mondariz.

COLABORACIÓN CON EL SEPRONA

Por su parte, el director de la planta de Mondariz ha remarcado que técnicos de la empresa han estado recogiendo, durante este viernes y durante toda la noche del sábado, la sosa cáustica vertida al río. "Seguimos haciéndolo", ha apostillado Cabadas, quien ha señalado que los técnicos de la empresa están colaborando con el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona).

De toda formas, ha destacado que el río está "prácticamente limpio" y que "sólo quedan las zonas más profundas por limpiar". De hecho, Cabadas ha explicado que, a lo largo de la mañana, los trabajadores se encuentran "recogiendo muestras" para evaluar el estado del agua del río.