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Actualizado: sábado, 7 noviembre 2015 15:47

MADRID, 7 (EUROPA PRESS)

Decenas de miles de personas han recorrido este sábado el centro de Madrid para exigir el fin de la violencia contra las mujeres, convertir este asunto en una cuestión de Estado y reconocer que esta vulneración de derechos se produce dentro y también fuera de las relaciones de pareja.

Se trata de la primera gran manifestación estatal que convoca con esta temática el Movimiento Feminista y las más de 300 organizaciones que lo sustentan en todo el país. Para la organización "ha sido claramente un éxito" y una muestra de que las mujeres no van a "seguir calladas" ante el "atropello constante" del machismo.

No manejan cifras concretas de asistentes, más allá de las 21.000 que saben que se han desplazado en trenes y autobuses a Madrid, pero hablan de cientos de miles de personas porque la desembocadura del Paseo del Prado en la Glorieta de Atocha seguía atestada de gente cuando la cabecera de la manifestación terminaba el trayecto, en la Plaza de España.

"A la mujer que no lucha, no se la escucha", "No se han muerto, las han asesinado", "No es arrebato, es asesinato", "Nos queremos dignas" y "Nos queremos vivas" son algunas de las proclamas que se escuchaban durante la manifestación, que se ha desarrollado en un ambiente festivo salpicada de actos simbólicos y al ritmo de batucada.

El único incidente reseñable ha ocurrido al inicio, durante la primera lectura del manifiesto a cargo de Ángela González, cuyo ex marido asesinó a la hija de ambos durante el régimen de visitas. Un reducido grupo de personas con carteles del partido VOX han increpado a las asistentes al grito de "feminazi" y "el género no tiene violencia", provocando que por unos minutos, se interrumpiera la lectura.

"ESTAMOS DESPROTEGIDAS"

Superada esta circunstancia, González ha leído el manifiesto, que exige que la violencia machista sea una "cuestión de estado", que se reviertan los recortes en estas políticas y que se abra la Ley Integral a otras formas de violencia, como la agresión sexual.

"Las violencias machistas suponen la manifestación más violenta y la más grave violación de los derechos de las mujeres que afronta nuestra sociedad. Sólo en el verano de 2015 han sido asesinadas 37 mujeres y ocho menores a manos de sus parejas, padres o parejas de sus madres. Mujeres y menores sufren violencia patriarcal en múltiples formas y esto sólo es la punta del iceberg", dice el manifiesto, que se ha leído en todas las lenguas oficiales.

"CONTRA LAS VIOLENCIAS MACHISTAS"

La cabecera ha arrancado a mediodía, como estaba previsto, con una pancarta "contra las violencias machistas" que sostenían representantes de organizaciones de mujeres y víctimas de violencia machista residentes en centros de acogida, muchas de las cuales se habían cubierto la cara con máscaras blancas.

"Es un símbolo de protección porque realmente, estamos desprotegidas. En España, si no te vas al más absoluto anonimato, lo que con hijos es muy difícil, no estás protegida. Hemos vuelto a la situación que teníamos hace 40 años", denunciaba a Europa Press una de ellas.

Tras la cabecera, organizaciones diversas portando sus propias pancartas y banderas, junto a muchos ciudadanos, hombres, mujeres y niños. "La traemos para que vea que sus padres lucharon por su libertad", dice Marta, una joven de 32 años que empuja junto a su pareja el carrito de su hija.

"Aquí tenía que haber más hombres", comentaba Jaime, de 77 años, que marchaba del brazo de su esposa. "Tienen razón cuando dicen que los hombres no somos mayoritarios en estas protestas, pero la mayoría ya hemos hecho nuestra esta reivindicación y la idea de la igualdad. Claro, una cosa es tener la idea y otra ponerla en práctica. Han sido siglos de dictadura machista", dice Baltasar, de 66, que se ha vestido de morado para la ocasión.

Este es el color de la lucha feminista, de la mayoría de pancartas y camisetas en esta jornada, y con él, gran parte de los 103 ayuntamientos que han suscrito en las últimas semanas el manifiesto de la convocatoria, iluminaron el viernes construcciones emblemáticas de sus ciudades, como La Cibeles en Madrid o la Alhambra de Granada.

En representación de estos alcaldes marchaban tras una pancarta contra el feminicidio de ayuntamientos por el cambio la de Madrid, Manuela Carmena, y la de Barcelona, Ada Colau, entre otros. No eran los únicos políticos. Mezclados entre los asistentes, lo a líderes del PSOE, Izquierda Unida, y Podemos, así como representantes del PP, UPyD y Ciudadanos.

Cada uno con sus matices, todos han coincidido en destacar la necesidad de mantener unidad entre partidos, instituciones, ciudadanos y organizaciones para erradicar la violencia de género que este año solo en el ámbito de la pareja, se ha cobrado la vida de al menos 45 mujeres.

"MANOLO, LA CENA TÚ SOLO"

Precisamente la ampliación de la Ley de Integral contra la Violencia de Género a todas las formas de machismo violento que señala Naciones Unidas, como la agresión sexual o la mutilación genital femenina, ha sido otra de las grandes reivindicaciones de la convocatoria, así como llamadas de atención para los medios de comunicación: "las mujeres no se mueren, las asesinan", repetían.

Se han ido lanzando proclamas contra todas las formas de machismo y contra la dictadura del patriarcado y con el reparto tradicional de roles que pone en la mujer la responsabilidad de los cuidados, el hogar y la familia. "Manolo, la cena tú solo", decía uno de los lemas en este sentido.

"Somos iguales y hay que obligar al gobierno a que gobierne también para las mujeres, porque no lo está haciendo", decía Isidoro, otro manifestante. "Somos más de la mitad de la población, es intolerable que se nos castigue de esta manera", clamaba Esther, una joven en Gran Vía.

La cabecera de la manifestación ha hecho su entrada en la confluencia entre Gran Vía y Plaza de España pasadas las dos y media de la tarde entre aplausos y gritos de "viva la lucha de las mujeres". Las convocantes han organizado una sentada para permitir que todos los manifestantes, que ocupaban toda la calle hasta Cibeles, pudieran escucharlo.

Terminada la lectura del manifiesto, varias agrupaciones musicales junto con los asistentes siguieron llenando de cánticos contra el machismo la Gran Vía de Madrid.

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