ROMA, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha celebrado la festividad de San Agustín, doctor de la Iglesia, con una misa celebrada durante la apertura del 184 capítulo general de la orden de los Agustinos, en la que ha advertido del peligro de "acomodarse en la propia vida cristiana, en la vida sacerdotal, en la vida religiosa y también en la vida comunitaria" que llevaría a caer en la "mundanidad espiritual".
En esta línea, ha explicado que la "mundanidad espiritual" invita a hacer todo "por amor propio, de acuerdo a los propios intereses o para avanzar en la propia carrera" y ha recomendado a los cristianos que "no se dejen fascinar" por estos criterios "en lugar de sentir "la fuerza de la inquietud por Dios, por su Palabra" y "salir hacia los demás", según recogen los medios italianos.
Así, durante la misa celebrada en la Basílica de San Agustín, el Papa ha afirmado en la homilía sentir "dolor" al pensar en las personas consagradas a Dios que actúan como "solterones" y que no son "fecundos" en su vocación. Por ello, les ha animado a conservar la inquietud espiritual para "salir hacia el rebaño" y de "anunciar con valentía al Señor, con amor, a cada hermano y hermana".
En este sentido, ha destacado el ejemplo del santo argelino, pero especialmente el de su madre, Santa Mónica, invitando a no perder "la esperanza en la gracia de Dios". Bergoglio se ha preguntado sobre "cuántas madres hoy derraman lágrimas para que sus hijos vuelvan a Cristo", como Santa Mónica por su hijo, y ha asegurado que es "imposible que un hijo de tantas lágrimas perezca", refiriéndose a la condenación eterna.
