La AUGC exige más medidas de protección tras la última agresión a un guardia civil en Roquetas de Mar (Almería)

Archivo - Cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar (Almería).
Archivo - Cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar (Almería). - PP DE ALMERÍA - Archivo
Publicado: viernes, 23 febrero 2024 18:44

ALMERÍA, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha señalado la "falta de medidas de seguridad y de protección" con las que cuentan los agentes tras la lesión sufrida por guardia civil de Roquetas de Mar (Almería) por un individuo que acababa de ser detenido por desobediencia y resistencia grave.

La organización ha incidido en la "falta de medios activos" como "las pistolas táser, que ayudarían a los agentes a defenderse y reducir al sujeto en estos casos de agresividad extrema", según han sostenido.

Asimismo, han apuntado la posibilidad de contar con otro medios pasivos "como puede ser una cámara corporal para amparar judicialmente las actuaciones de los agentes y de esta forma evitar las consecuencias para quienes han de velar por la seguridad de los ciudadanos".

La asociación también ha reclamado un "endurecimiento de las penas para estos comportamientos" puesto que, según han apreciado, "en estos casos es habitual que el acusado se declare insolvente, no llevándose ningún reproche penal por ello y condenando al agente a enfrentarse a un nuevo procedimiento administrativo para recibir una cuantía mínima que termina pagando el Estado en concepto de indemnización".

La AUGC ha hecho estas consideraciones tras el ingreso en prisión esta semana de un hombre que agredió presuntamente a un agente en el cuartel de la Guardia Civil, por lo que le atribuye la presunta comisión de un delito de atentado a agentes de la autoridad y otro de lesiones.

El detenido era conducido a los calabozos en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar cuando con una actitud "absolutamente violenta y agresiva", habría atacado a uno de los agentes mientras gesticulaba "llevándose el dedo pulgar al cuello" y gritando '¡Alá es grande!', según recoge el auto dictado por el juez.

En concreto, le propinó presuntamente "dos puñetazos" en el rostro, que, si bien habría podido evitar, provocaron que "cayese al suelo" y se diera un "fuerte golpe" en una de sus manos. El agente precisó atención médica en un centro hospitalario por "fractura desplazada" de un dedo e intervención quirúrgica de urgencia para estabilizar su lesión.

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