Juicio a presunto asesino de bebé Míriam por apropiarse una moto no se celebra por ser cosa juzgada

Actualizado: martes, 3 febrero 2015 19:10

ALMERÍA, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -

La vista oral contra el presunto raptor y asesino de la bebé de 16 meses de Palma del Condado (Huelva), Jonathan Moya, quien debía sentarse este martes en el banquillo de los acusados en el Juzgado de lo Penal 2, no se ha celebrado después de que su letrado alegase en sala que los hechos que se le imputaban ya habían sido juzgados.

En concreto, la apropiación indebida de una motocicleta propiedad de un vecino de Aguadulce, en Roquetas de Mar (Almería), y con la que huyo después de citarse con él para cerrar una operación de compraventa, fue sustanciada en juicio el 6 de febrero de 2014 en el Juzgado de lo Penal 5 de Almería en el marco de un procedimiento con dos víctimas más, según han indicado a Europa Press fuentes jurídicas.

Moya González aceptó entonces penas que sumaban tres años de cárcel por delitos de apropiación indebida, estafa y falsedad en documento oficial después de que el fiscal resolviese modificar su escrito de acusación inicial en el que interesaba una condena total de cuatro años y nueve meses de prisión, más el pago de una multa de 1.640 euros que finalmente quedó reducida en la cuantía de 360 euros.

Así, reconoció que, en 2012, haciéndose pasar por agente de la Policía Nacional se ofreció como intermediario a un vecino de La Cañada, en Almería, para la compraventa de su motocicleta de gran cilindrada aunque se marchó con ella y le cambio la placa de matrícula. También admitió que, haciéndose también pasar por policía nacional, estafó a un hombre residente en Aguadulce y a una mujer, vecina de Fiñana, con la compraventa de una moto y de un vehículo todoterreno.

En el procedimiento que ahora se anula y cuyo juicio debía celebrarse este martes, el Ministerio Público interesaba dos años y tres meses de prisión por los hechos de los que fue víctima precisamente este vecino de Aguadulce ya que, según recogía el escrito de calificación provisional, consultado por Europa Press, en junio de 2012 quedó con él, dueño de una moto tasada en 8.450 euros, tras ver en Internet el anuncio de su venta.

Así, supuestamente, tras acordar con la víctima la adquisición por 5.000 euros, se citó con él y, con la "excusa de probarla" y "prometiéndole que la devolvería", se dio a la fuga con esta aunque finalmente pudo ser recuperada por la Policía Nacional.

Hace poco menos de dos semanas Jonathan Moya mostró conformidad en otro juicio en el Juzgado de lo Penal 2 con la pena de 18 meses de cárcel que solicitó el fiscal. En este caso, reconoció haberse apropiado también indebidamente de una moto de la marca Honda y valorada en 5.400 euros por el mismo 'modus operandi'.

El Juzgado de lo Penal 2 de Almería será el encargado de enjuiciarle de nuevo dentro de 14 días, acusado en este caso de intentar vender una máquina retroexcavadora propiedad de su exsuegro, para lo que habría simulado ser el dueño e, incluso, habría "suplantado al legítimo dueño imitando su firma en los documentos de venta y transporte del vehículo".

En el tercero de los juicios pendientes de menor entidad, también ante el Juzgado de lo Penal 2 y señalado para el 14 de abril, el Ministerio Público le imputa por supuestamente hacerse pasar por intermediario en la venta de un turismo BMW que había sustraído previamente a su dueño y quedarse con los 3.000 euros de la venta si bien, pese a que se ejecutó la transferencia en una gestoría, la Jefatura Provincial de Tráfico detectó el supuesto fraude.

CONDENAS ANTERIORES

Cabe recordar que la Fiscalía va a solicitar penas que suman 26 años de prisión para Jonathan Moya acusado de raptar y asesinar a la bebé Míriam, a quien presuntamente golpeó con "gran fuerza y en repetidas ocasiones" con un objeto contundente en la cabeza para "hacerla callar porque lloraba" y a quien envolvió cuando "estaba todavía con vida" en un film transparente, provocando su muerte por asfixia.

Moya González, actualmente en prisión provisional por esta causa aunque tiene también tienen varias condenas en firme por delitos contra el patrimonio, introdujo supuestamente a continuación el cuerpo sin vida de la pequeña en una bolsa de viaje "junto a su ropita y 15 piedras" para "arrojarla a una balsa de riego tras anudarle por fuera un bloque de cemento de grandes dimensiones" con el que se "aseguraba" de esta forma de que el cadáver "no saldría a flote".

El escrito de calificación provisional, remarca que tuvo retenida a la pequeña con vida desde el 20 al 24 de diciembre de 2012 en el interior del cortijo familiar donde se "escondió" tras raptarla y abandonar a su madre, con quien había mantenido una relación sentimental, "en un paraje deshabitado" de Fiñana (Almería) y que lo hizo pese a "los intentos reiterados de los agentes de la autoridad y los desesperados de la familia de la niña para que la entregase".

El fiscal no apunta, sin embargo, en su relato de hechos que deberán ser enjuiciados por un tribunal de jurado, qué movió a Jonathan Moya en su acción delictiva aunque a lo largo de la instrucción se apuntó que el procesado, quien ofreció hasta tres versiones de los hechos en las que hablaba de una muerte accidental de Míriam al caérsele de los brazos cuando corría por el monte, podría haber actuado por precio para vender a la menor.

Poco después de que fuese detenido el 28 de diciembre de 2012 por este crimen, Moya González se enfrentó también a varios juicios pendientes por estafas y falsedades documentales, así como apropiaciones indebidas. En todos ellos, a excepción de uno, reconoció los hechos en los distintos juzgados de lo Penal y se conformó con la pena que pedía el Ministerio Público.

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