CÁDIZ, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los párrocos y sacerdotes del Arciprestazgo intramuros de la ciudad de Cádiz han expresado su "honda preocupación" ante la "grave situación económica en la que se está viendo la ciudad", al observar que "progresivamente se ha ido instalando el paro y la precariedad laboral en nuestros barrios, con un aumento considerable de la pobreza y de la exclusión social".
En un escrito de reflexión ante esta situación, señalan que, además del problema del desempleo, se dan situaciones de "mucho sufrimiento y de falta de esperanza en soluciones inmediatas o a medio plazo", aludiendo en este punto a "familias con todos los miembros en situación de paro; progresivo cierre de pequeñas empresas, comercios y negocios; recortes sociales con una reducción progresiva de la capacidad protectora del sistema público; incremento de las familias que tienen que acudir a las ayudas de Caritas parroquial, etcétera".
Destacan que "lo más preocupante" para estas familias que viven al borde de la exclusión es que "no vislumbran medidas o acciones públicas o privadas que puedan alimentar su confianza en el futuro, mientras contemplan impotentes el escándalo de la corrupción, del fraude y de la mentira que nos rodea".
Explican que con esta reflexión no pretenden hacer un análisis exhaustivo de las causas y consecuencias de la crisis económica, sino hacer "una lectura creyente y de fe de la realidad social y económica, que nos ayude a caminar juntos y a sostenernos desde la fraternidad evangélica".
Según indican, su pretensión es que "nuestras comunidades sean más sensibles ante el sufrimiento de tantas familias que se ven directamente afectadas por la dura realidad actual" y que se estudien los pasos a dar para ser "más fraternos y solidarios".
Entre otras cuestiones, proponen "acompañar a las víctimas de la crisis actual en el ejercicio de sus derechos, evitando un empeoramiento de sus condiciones de vida", así como "defender que la persona y su dignidad son más importantes que la competitividad, la rentabilidad y los beneficios".
Al mismo tiempo, invitan a "denunciar los mecanismos y estructuras que generan situaciones injustas", a recuperar "valores éticos perdidos como la justicia, solidaridad, honradez y gratuidad ante el escándalo de la corrupción, del fraude y de la mentira que nos rodea".
Igualmente, proponen ofrecer nuevos cauces de solidaridad y llevar a la práctica "un consumo más responsable y un estilo de vida más sobrio y sencillo".
