'El médico de su honra' de Calderón se sube este sábado a las tablas del Castillo de Niebla

HUELVA 10 Ago. (EUROPA PRESS) -

La obra de teatro clásico 'El médico de su honra', escrita por Calderón de la Barca, se sube este sábado a las tablas del Castillo de Niebla (Huelva), de la mano de la compañía vallisoletana Teatro Corsario, dentro de la programación del XXVIII Festival de Teatro y Danza Castillo de Niebla. Una obra que ha sido escogida por el público onubense a través del programa Niebla 2.0, que ha permitido que los espectadores sean los que seleccionen una representación de esta edición.

En rueda de prensa, la diputada de Cultura, Elena Tobar, acompañada por el director de Teatro Corsario, Jesús Peña, ha presentado la obra y ha destacado "la apuesta clara" de la Diputación por la cultura y la importancia del programa Niebla 2.0 para que "el público se involucre en el programa del festival", eligiendo 'El médico de su honra' de las tres que se ofertaban como es el caso de 'La Celestina' de la compañía La Atalaya y 'Sueña Casanova' de Arden Producciones.

Tobar ha asegurado que es "un honor" para la Diputación la llegada a Niebla de esta compañía porque se trata de una obra "con la calidad que se merece todo el público de Niebla, con un elenco de actores muy destacados".

Por su parte, el director de Teatro Corsario ha destacado los temas que trata esta obra del teatro clásico, escrita en verso al completo, como son el honor, los celos o el maltrato, "temas de rabiosa actualidad que nos hacen ver que no hay tanta diferencia entre el siglo XVII y la actualidad".

La obra, interpretada por un elenco de ocho actores, es un drama, más bien una tragedia, no obstante, según ha subrayado el director, Calderón "intercala escenas cómicas en un conjunto de escenas trágicas", a la par que ha destacado la representación realizada "con un enorme respeto a Calderón, ya que no es enmendar su obra, sino que está perfectamente representada".

El conflicto principal de la obra es el de un marido celoso, don Gutierre, que se convierte en un hombre obsesionado con la deshonra que puede traerle el cortejo de un príncipe real a su esposa.

Por último, el director ha destacado "la belleza del verso interpretado por los actores" tratándose de un lenguaje "difícil con palabras del siglo XVII, pero comprendido perfectamente por ellos, lo que hace que llegue al espectador".