Basada en la novela de Isaac Rosa, narra la historia de un hombre pacífico cuya vida se altera cuando una niña comienza a extorsionarle
MÁLAGA, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
'El país del miedo' presenta "una metáfora de la sociedad violenta en la que vivimos" e indaga en los temores humanos como fuente de dominación. Así, la cinta trata temas actuales desde un punto de vista transversal, pero todos ellos nacen de un tronco común: el miedo.
El filme, con el que el productor y guionista Francisco Espada debuta como director, ha sido proyectado este martes en la Sección Oficial a concurso de la edición número 18 del Festival de Málaga. Cine Español, que ha llegado a su ecuador.
La película, basada en la novela de Isaac Rosa 'El país del miedo', cuenta la historia de Carlos (José Luis García-Pérez) un hombre pacífico cuya tranquila vida se ve alterada cuando Marta, una niña de 13 años, se cruza en su camino y comienza acosar a su hijo.
Al intentar solucionar el problema, será él mismo quien se acaba por convertir en víctima de la extorsión de la menor, entrando en una espiral de situaciones angustiosas de la que se ve incapaz de salir.
Aunque todo empieza cuando el hijo de Carlos y Sara (Cristina Plazas) es acosado por una compañera de clase, no se trata una película de acoso escolar, sino un 'thriller' social que trata de hacer "una reflexión más profunda sobre cómo el miedo condiciona nuestras reacciones y comportamientos en la sociedad".
Así lo ha expresado el director Francisco Espada en rueda de prensa, junto los actores José Luis García-Pérez, Cristina Plazas y Eduardo Velasco; el compositor de la banda sonora y productor ejecutivo, Antonio Meliveo y el autor de la novela original en la que está basada la película, Isaac Rosa.
"La película empieza pareciendo que es una cinta de acoso escolar, pero se transforma en una niña que acosa a un adulto", ha señalado. Se trata, según ha subrayado, de una "metáfora de la sociedad violenta en la que vivimos", y en la que hay "comportamientos tan poco empáticos".
"Una sociedad de consumo y competitiva que prima siempre llegar primero y ser el ganador ante otras cosas, que realmente lo que hace es generar frustraciones", ha sostenido.
ADAPTACIÓN DE LA NOVELA DE ISAAC ROSA
Espada ha afirmado que se acercó a la obra de Isaac Rosa como lector y que "casi desde las primeras líneas" tuvo claro que la historia era susceptible de ser adaptada al relato cinematográfico. "Tuve la sensación de que hasta que no estuviera hecha la película, la obra no estaría completa", ha asegurado.
En este punto, el director ha expresado la dificultad de adaptar "estrictamente" una obra literaria a un guion cinematográfico, y ha incidido en que intentó "profundizar" en ella, de modo que, "cada vez que me he encontrado perdido con el guion lo que he hecho ha sido bucear en el material de la novela".
Además, ha mostrado su interés por "la profunda e inteligente reflexión sobre el miedo en la sociedad" que el autor describe. Del mismo modo, ha destacado las posibilidades que daba la película para estructurar el relato como un thriller y no como un drama social.
Por su parte, el escritor Isaac Rosa ha sostenido que "no es solo el miedo a la violencia" lo que se refleja en la obra, sino que se abordan los distintos temores que existen en la sociedad. "Lo que yo quería era, a partir de una pequeña historia, abrir una reflexión sobre la presencia del miedo, y el uso que se hace de él, en nuestras vidas y en la sociedad", ha manifestado.
En este sentido, ha explicado que desde que se publicó la novela en 2008 hasta ahora, los temores se han renovado y que, por tanto, en la película "se han sumado nuevos motivos de inquietud", lo que "enriquece y amplia la reflexión" propuesta.
"Ahora vivimos en otro país del miedo diferente, tenemos miedos sociales y económicos que no estaban tan presentes en el libro que los incorpora muy bien la película", ha subrayado, mencionando, entre ellos, "el miedo a perder el trabajo, a que te echen de tu casa o a que por los recortes, en el colegio de tu hijo no tengan los suficientes recursos para hacer frente a un caso como este".
José Luis García-Pérez ha explicado que la idea describir cómo los miedos se desarrollan en la realidad y que, en el caso de la relación de pareja, la tendencia de su personaje es hacia "la ocultación sistemática de lo profundo y la navegación por aguas superficiales, donde todo es fácil pero es falso".
"Creo que mientras que respecto a la niña el miedo es a la violencia y a la agresión, en el caso de la relación de Carlos con Sara, es el miedo a perderla", ha opinado, añadiendo que "eso le lleva a asegurarla de una forma lamentable y dramática" y a vivir la relación desde esa mentira. "Es una relación perfecta en lo superficial, pero muy deficiente en lo profundo", ha concluido.
Del mismo modo, Cristina Plazas ha señalado que en el momento en que su personaje (Sara) acusa de "pusilánime" a su marido (Carlos) y le pide una reacción, "ella decide creer que él lo solucionará por su propio miedo a reconocer que no lo hará, y sobre todo, por el miedo de no poder resolverlo ella tampoco".
Por último, Eduardo Velasco ha afirmado que en España, en los últimos ocho años, "han cambiado muchas cosas" y que el miedo también "puede evolucionar", pero que "sigue estando ahí".
Así, a su juicio, en la película se plantean distintas formas de abordar los temores y cada personaje representa las distintas maneras de abordar una situación tan complicada como la que se presenta en el filme. "Todos tenemos nuestros mecanismos de defensa y debilidades", ha apostillado.
Sobre la banda sonora, su compositor, Antonio Meliveo ha explicado que "la música siempre habla del interior de los personajes", y que, quizá por eso, cuando recibió el guion y visualizó el primer montaje empatizó con el protagonista por "el dilema ético que tiene cuando se enfrenta a una niña".
"He escrito una canción de amor oscuro, porque también entiendo que entre el acosado y el acosador siempre se establece una relación extraña que también ha tratado mucho el cine", ha dicho.
