Observatorio de la Armada
CÁDIZ 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Sección Geofísica del Real Instituto y Observatorio de la Armada en San Fernando (ROA) ha desplegado un nuevo centro de análisis y observación, el Observatorio Geofísico Submarino y Terrestre, en el entorno de la Isla de Alborán con el objetivo de analizar la actividad sísmica.
En una nota, Andalucía Innova explicó que esta institución detectó la necesidad de disponer de una estación sísmica de banda ancha en las proximidades de los hipocentros marinos, en la zona de mayor actividad sísmica en España, que está comprendida entre el Sur de la Península y las costas del Norte de África.
Así, su despliegue dio lugar a la realización de diversos estudios de ruido, análisis e integración en los diversos sistemas de gestión de datos, "que sin duda están contribuyendo en la mejora de las determinaciones epicentrales de los terremotos registrados", indicó el jefe del Servicio de Sismología de ROA, Antonio Pazos, que señaló que la sismicidad en el sur de España se caracteriza por ser "moderada y con profundidades de epicentros superficiales con regiones de sismicidad intermedia", entre 40 y 150 kilómetros de profundidad.
Según explicó, gran parte de los epicentros de los terremotos ocurridos por esa zona se localizan en el mar, una situación ante la que se decidió el desarrollo de este observatorio "multiparamétrico, submarino y terrestre", financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y la propia Armada Española.
Desde su puesta en funcionamiento, los científicos reciben datos de forma continua y se observan registros de los diversos terremotos ocurridos desde entonces para mejorar los modelos existentes en la región, "desde los geodinámicos hasta los atmosféricos y de oleaje".
Actualmente, reciben datos GPS; meteorológicos (temperatura, presión, humedad, velocidad y dirección del viento, y lluvia); de velocidad y aceleración del suelo (sismógrafo y acelerómetro); y los procedentes de un sensor marino de presión diferencial (DPG son sus siglas en inglés).
Medios técnicos del observatorio
El despliegue del observatorio ha supuesto la instalación de instrumental técnico, tanto en la parte terrestre como en la parte submarina. Así, en el faro de la Isla de Alborán, hay una estación meteorológica y una permanente GPS, que permite el cálculo de las velocidades relativas de convergencia entre las placas euroasiática y africana en el entorno del mar de Alborán.
En la parte submarina también se instalaron equipos para medir el movimiento del suelo, capaces de detectar la llegada de ondas sísmicas producidas por los terremotos, tanto los locales como los grandes terremotos de ámbito mundial.
Otro de los instrumentos instalados es un sensor marino de presión diferencial (DPG, por sus siglas en inglés), que mide las variaciones de presión y "tiene capacidad para poder detectar el paso de olas de tsunami, caracterizadas por su gran velocidad de propagación y gran longitud de onda en alta mar", indicó Pazos.
Por último, un cable submarino con fibra óptica suministra "la corriente necesaria para el funcionamiento de toda la instrumentación y, sobre todo, proporciona un medio de comunicación con los instrumentos y el flujo de datos hasta los sistemas de adquisición emplazados en la isla". "Desde allí se retransmiten vía intranet satélite, de la Armada hasta el ROA, para su procesado en tiempo real y difusión y su retransmisión a otros centros", añadió.
En el proceso de análisis y procesado de datos intervienen investigadores de diversas instituciones, entre ellas, del ROA, la UCM, el IEO, el GeoForshchumZentrum, Postdam (GFZ) de Alemania y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Además, estos datos también se integran en diversas redes europeas, como el sistema Europeo de Alerta de Tsunamis (Neamtws, por sus siglas en inglés).