AECC sale a la calle en Málaga en una cuestación para paliar las necesidades sociales de los pacientes más vulnerables

Foto con autoridades durante la cuestación de la AECC para paliar la pobreza y la desigualdad que provoca el cáncer en los pacientes
Foto con autoridades durante la cuestación de la AECC para paliar la pobreza y la desigualdad que provoca el cáncer en los pacientes - JUNTA
Europa Press Andalucía
Publicado: jueves, 17 junio 2021 13:23

MÁLAGA 17 Jun. (EUROPA PRESS) -

Disminución de los ingresos, aumentos de los gastos, imposibilidad para hacer frente a los gastos corrientes, llegar a fin de mes o sobrevivir con apenas 400 euros mensuales, son algunas de las consecuencias derivadas del diagnóstico del cáncer que provocan pobreza y desigualdad en España.

Este 17 de junio, la AECC en Málaga sale a la calle para dar servicio a familias vulnerables con cáncer. En concreto, este jueves hay en la provincia casi 200 mesas y unos 500 voluntarios. Además, también se puede contribuir de manera digital a través de https://mihuchacontraelcancer.aecc.es/hd/2000009300.

Así, han recordado que la organización pone a disposición profesionales que ayudarán a las familias durante todo el proceso de la enfermedad ajustándose a sus necesidades con unos servicios que van desde ayudas económicas, asistencia jurídico-laboral, pisos y residencias, préstamo de material ortoprotésico o atención a la vulnerabilidad.

Además, de 2018 a 2021, la AECC ha incrementado un 73 por ciento en ayudas económicas, un 57 por ciento en la gestión de alojamiento o un 38 por ciento más en préstamo de productos de apoyo.

En el caso concreto de Málaga, en el año 2020 se dedicaron 18.135 euros a prestar ayuda social, aproximadamente un 50 por ciento más que el año anterior, a pacientes en situación de vulnerabilidad y en lo que llevamos de 2021 ya se han superado los 8.000 euros.

El número de beneficiarios también aumentó considerablemente en 2020 respecto a 2019, alcanzando las 445 personas. En el año 2021 ya hemos atendido a 207 beneficiarios.

INFORME

Según un informe de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), 'Pobreza, COVID y cáncer: un triple frente para los más vulnerables', la situación de extrema vulnerabilidad afectaría a más de 130.000 pacientes en España.

Del total de personas con cáncer en situación de vulnerabilidad, el 32 por ciento se encuentra en situación de incapacidad temporal o baja médica con una disminución del 25 por ciento del salario mensual; un 12 por ciento son autónomos, al cotizar el 80 por ciento por la base mínima pueden quedarles alrededor de 400 euros mensuales para hacer frente al día a día; un once por ciento son parados o están en situación de ERTE y el 28 por ciento restante su actividad se encuentra vinculada a la economía sumergida o fuera del mercado de trabajo regular.

Asimismo, han incidido en que "no hay que olvidar que los hogares se ven afectados ya que la situación de los pacientes incide en toda la familia". En Málaga la situación de parados y autónomos es "preocupante porque en la sede provincial estamos notando que las peticiones de ayuda social van en aumento", han advertido.

Según el estudio de AECC 'Cáncer y situación laboral', de los 2.597 pacientes desempleados que hay en Andalucía, en la provincia de Málaga hay 480 personas en esa situación. De ellos, 273 son mujeres y 207 son hombres. Málaga, además, es la segunda provincia de Andalucía, por detrás de Sevilla, que tiene 579 casos. Las franjas de edad más afectadas son 50-54 años con 84 casos; 55-59 años con 151 casos y 60-64 años con 98 casos.

VOCES DEL CÁNCER EXPONEN UNA REALIDAD "POCO CONOCIDA"

En un encuentro informativo, cuatro pacientes, con sus testimonios, han mostrado la otra realidad del cáncer poco conocida por la sociedad española. Cristina, Antonia, Carlota y Cristina Campos, junto a Teresa López-Fando, coordinadora de Programas y Servicios de la AECC, han puesto de manifiesto la otra cara de la moneda del cáncer.

La pérdida de empleo, la incapacidad para hacer frente a los gastos corrientes o las nuevas necesidades que provoca el cáncer en la familia, son claros ejemplos de cómo se vive el cáncer desde la vulnerabilidad.

Teresa López-Fando ha señalado que "es una realidad poco conocida que el cáncer provoque pobreza y desigualdad, no solo agravando la situación de vulnerabilidad en colectivos previamente vulnerables, sino empobreciendo a quien antes no estaban en esa situación".

Además, la pandemia ha agravado la situación. Así, desde diciembre del 2020, un 37 por ciento de las personas con cáncer han visto empeorada su situación económica y de ellas, un 16 por ciento ha empeorado tanto que ha tenido que realizar recortes severos, contraer deudas o solicitar ayudas económicas y todavía no se han recuperado.

La AECC ha hecho un esfuerzo por ayudar a esta parte de los pacientes con vulnerabilidad y ha incrementado un 14 por ciento los servicios de atención social de julio de 2020 a mayo de 2021, aumentando las personas atendidas con vulnerabilidad laboral en más de un 50 por ciento, con un total de 21.000, han añadido. Se da la situación de que todo el que ha acudido a la AECC a recibir atención social ha necesitado de más recursos de la organización debido a la complejidad de las situaciones personales.

Por su parte, Cristina Camuñas ha explicado que era el principal sustentador de la familia, pero, cuando le diagnosticaron cáncer, ella y su marido se encontraban en paro. "Si ya de por sí es duro tener que encajar un cáncer, sacar a tu familia adelante con 420 euros mensuales se vuelve insufrible. No sabes para dónde tirar. No es lo mismo recibir esta enfermedad con una situación económica solvente a que te pille con problemas para llegar a fin de mes".

Antonia Siquier trabajaba de cocinera cuando le diagnosticaron cáncer de páncreas. Le dieron la baja, pero con lo que cobraba no llegaba a fin de mes. "Tener cáncer me creó dos problemas: la enfermedad y no tener recursos. Todo se agravó y no sabía qué era más grave, si el cáncer o no poder pagar las deudas", ha señalado.

Asimismo, Carlota Alexandre, paciente de cáncer de ovario, era camarera de piso con contrato fijo discontinuo cuando le diagnosticaron la enfermedad: "Después de estar toda la vida trabajando, con 48 años me veo sola y perdida, sin saber si podré volver a trabajar. La Asociación me ayuda con comida, con dinero para la hipoteca y en la búsqueda de empleo, pero sería bueno contar con algún tipo de ayuda y seguimiento a nivel institucional".

Por su parte, Cristina Campos, hija de una persona con cáncer, perdió su trabajo por las ausencias al tener que cuidar a su madre. "A los seis meses agoté el paro y nos quedamos sin recursos en la familia. Las cremas, la necesidad de tener material de ayuda para la movilidad, y otros medicamentos que la seguridad social no cubre fueron cubiertos por la Asociación, así como alimentos. Mi madre falleció y yo actualmente aún no he podido volver a trabajar".

ACUERDO

Por otro lado, desde la AECC han vuelto a reclamar que toda la sociedad española se una a un acuerdo para que se pueda garantizar el derecho a que toda población en edad de riesgo pueda acceder a los programas de cribado de cáncer independientemente de su lugar de residencia.

El objetivo último es acabar con la inequidad que provoca la desigual implantación de estos programas de cribado y que todas las personas tengan las mismas oportunidades de enfrentarse al cáncer.

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