Vista de la playa Playamar en Torremolinos donde se encuentra cerrada junto a los restaurantes y chiringuitos debido al decreto de Estado de Alarma por el COVID-19. Málaga a 22 de abril del 2020 - Álex Zea - Europa Press
MÁLAGA 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
El sindicato CCOO ha considerado que el efecto en la paralización de la actividad hotelera y de restauración se ha dejado notar en la producción y elaboración de productos derivados del campo, de la pesca y de la ganadería. En estos sectores los ERTE han aumentado un 163 por ciento en la segunda quincena respecto a la primera de la curantena.
Esto supone que las personas afectadas por los expedientes de regulación han aumentado desde las 1.020 originales hasta alcanzar las 2.687 personas, han indicado, apuntando que los sectores de panaderías y pesca han sido los más afectados.
Así lo han señalado en un comunicado en el que el sindicato destacado algunos datos relativos a la provincia de Málaga del segundo informe estadístico que la Junta de Andalucía ha dado a conocer sobre la evolución de los ERTE en la región andaluza durante la segunda quincena de cuarentena.
Desde CCOO han precisado que el textil malagueño ha incrementado los ERTE en un 102 por ciento hasta alcanzar a 673 personas trabajadoras.
El sector de la construcción, segundo gran motor económico de la provincia, no está funcionando al 100 por cien de su actividad a pesar del levantamiento del confinamiento para los trabajadores de este sector, ha dicho. La cifra de personas sometidas a ERTE en este sector ha aumentado un 100 por cien al pasar de 3.700 a más de 7.300 personas trabajadores que a día de hoy tienen paradas sus empresas de manera temporal.
La paralización del comercio no solo se mantiene sino que ha aumentado un 50 por ciento en la segunda quincena de confinamiento, alcanzando más de 24.000 personas sujetas a ERTE, han manifestado, apuntando que, probablemente relacionado con esa situación, se detecta también un incremento en la paralización de la logística y el transporte en un 73 por ciento, que afecta fundamentalmente al transporte marítimo y de logística.
Desde el sindicato han apuntado que estos datos se refieren a empresas con domicilio fiscal en la provincia, por lo que no están contempladas las de ámbito nacional que operan fundamentalmente en el aeropuerto o puerto de Málaga.
El sector de los alojamientos turísticos y hoteles ha incrementado su cierre en un 35 por ciento, de forma que ya son 43.500 personas las incluidas en estos ERTE, han asegurado desde CCOO. Los medios de comunicación, prensa, televisiones, producciones audiovisuales también han incrementado la paralización de actividad en un 80 por ciento hasta alcanzar la cifra de 719 personas.
Se aprecia, asimismo, una gran subida en la congelación de la actividad del sector financiero, de oficinas, despachos y consultorías. Concretamente, según han precisado, la inactividad a aumentado un 62 por ciento, hasta alcanzar las 9.034 personas.
También la educación ha incrementado su paralización, en un 103 por ciento. Este crecimiento se debe sobre todo al cierre de los centros de español para extranjeros, que agrupa gran parte de los ERTE aprobados en este ámbito, aunque también han destacado el aumento de los expedientes de regulación en las escuelas infantiles, con 25 empresas cerradas.
Para finalizar, han apuntado que la sanidad ha incrementado la paralización de actividad un 56 por ciento, siendo ya 4.576 las personas afectadas. Este incremento viene ocasionado fundamentalmente por la paralización de la actividad no urgente en los hospitales privados, así como el cierre de numerosas clínicas privadas de todo tipo pero sobre todo odontológicas.
En el lado positivo de la balanza, desde CCOO han indicado que está que en once sectores se han reducido la aplicación de los ERTE en un 55 por ciento, liderados por empresas de electrónica, residencias de mayores, empresas contratadas por administraciones públicas, entre los más destacados. Eso supone que son 3.180 personas las que han reanudado su relación laboral con las empresas.
LA REALIDAD NO INCLUIDA EN LOS ERTE
El secretario General de CCOO en Málaga, Fernando Cubillo, ha alertado de que "existe la otra cara de la moneda: la saturación de la Inspección de Trabajo, que apenas puede realizar visitas o comprobación de irregularidades en los ERTE aplicados por las empresas y la saturación que también se observa en la inspección sanitaria, que debería visitar, requerir y ordenar la aplicación de las medidas sanitarias, de obligado cumplimiento en base a los reales decretos".
Según el dirigente sindical, "la consecuencia de esa saturación es que muchas personas trabajadoras han finalizado su actividad sin quedar amparados por un ERTE". "Se trata de finalizaciones de contratos fundamentalmente de obra o servicio o por acumulación de tareas, dándose situaciones como algunas empresas de construcción que han realizado despidos dando por finalizada una obra que aún está en proceso", ha manifestado.
Asimismo, ha dicho que otro grupo de personas, "a pesar de figurar como activos en alta de Seguridad Social, en realidad han llegado a acuerdos de disfrute de vacaciones, evitando la aplicación de ERTE parciales por reducción de jornada o incluso para el conjunto de la plantilla".
Cubillo ha manifestado que por todo ello "la paralización de la actividad económica no se puede ver reflejada exclusivamente en los datos estadísticos de los ERTE presentados, que sí que son un reflejo importante, pero no exclusivo de los efectos nocivos que la pandemia ha generado en la actividad económica de nuestra provincia".
"Si bien el Estado español y los servicios públicos actúan como protectores frente a las circunstancias económicas derivadas de la pandemia bajo el paraguas de los ERTE, hay un grupo considerable de trabajadores que están fuera de esa protección y soportando carencias económicas importantes, así como incertidumbres en su futuro laboral y social a corto plazo", ha lamentado.
Así, desde CCOO han destacado "la necesidad urgente de dotar de cobertura a esta otra población con menos derechos, bien de manera inmediata con ayudas alimentarias, o bien a corto plazo con una renta de supervivencia que los proteja hasta que la reactivación económica los vuelva a incorporar al trabajo y tengan un medio para subsistir".