Condenan a 23 años a un hombre por intentar asesinar a su exmujer a la que roció con gasolina

Actualizado: jueves, 8 marzo 2012 16:41

MÁLAGA, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Málaga ha condenado a 23 años y 10 meses de prisión a un hombre por intentar asesinar a su exmujer, a la que esperó en el aparcamiento donde trabajaba, atacó de forma sorpresiva, golpeó, dio seis puñaladas y, posteriormente, roció con gasolina, sin llegar a concluir sus propósitos al aparecer varias personas, según la sentencia, que declara probado también que la mujer fue víctima de malos tratos durante años.

Se le condena por un delito de asesinato en grado de tentativa, concurriendo alevosía, ensañamiento y la agravante de parentesco; uno de amenazas, uno de maltrato habitual y otro de amenazas contra un hombre que acudió en auxilio de la víctima. Además, en la sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, se le impone el pago de casi 123.000 euros de indemnización a la mujer, a la que no podrá acercarse durante más de 40 años.

Los hechos sucedieron en marzo de 2010 en un hotel de Benalmádena (Málaga). La víctima llegó a trabajar y el acusado, según consta en la resolución, estaba "vigilando la entrada" del garaje, ya que fue "con previo conocimiento de la hora exacta a la que se incorporaba" su expareja y provisto con los útiles "para ejecutar el acto que previamente había planeado de forma detallada, que no era otro que acabar con la vida de la mujer".

Así, llevaba guantes, un gorro y un bolso con un cuchillo, una piedra de gran tamaño y dos botellas de plástico con gasolina, además de un mechero. En la sentencia se señala que cuando el acusado vio que la mujer salió del coche aprovechó para "abalanzarse" sobre ella por la espalda "de forma súbita y sorpresiva", comenzando a "agredirla brutalmente", mientras le decía: "de la cárcel se sale, pero de la tumba no".

Posteriormente, indica la resolución de la Sección Octava, que se puede recurrir, le dio "puñetazos y patadas" y quiso agredirla con una piedra, intentando la víctima defenderse gritando y tocando el claxon, momento en el que fue auxiliada por un empleado del hotel, al que el procesado, dice el Tribunal, amenazó con un cuchillo. Tras esto, volvió contra la exmujer y "le llega a asestar hasta seis puñaladas".

Cuando la mujer estaba "exhausta, malherida y sin posibilidad de defenderse, todo ello debido a la brutal agresión de que había sido objeto previamente, el procesado la rocía con gasolina con la finalidad de prenderle fuego y acabar con su vida", según manifiesta la resolución, lo que no consiguió por la intervención del anterior empleado y de otras personas que le distrajeron para que la mujer pudiera escapar.

El acusado huyó del lugar, pero cuando fue detenido dijo en presencia de los agentes y del médico de urgencias: "llevo ocho meses preparando como matarla y ha fallado el hecho de que tenía que haberlo adelantado un mes, ya que a esa hora hubiera sido de noche todavía". También en la Comisaría, el hombre, que ya había sido condenado por amenazas, aunque la sentencia fue revocada, declaró que se alegraba de que su exmujer "se muera".

MALOS TRATOS

"El procesado durante varios años anteriores a la ruptura de su matrimonio que se produjo en 2009, de forma constante y continuada ha venido agrediendo, humillando, amedrentando y restringiendo la libertad de su esposa", indica la resolución, en la que se precisa que iniciaba discusiones con la mujer "sin motivo alguno", en las cuales "les propinaba bofetadas, empujones y zarandeos", hechos que en ocasiones ocurrían delante de sus hijos.

Al respecto, la Sala incide en que a lo largo de varios años "casi a diario" el acusado "vino sometiendo a su pareja y a sus hijos a continuos insultos, vejaciones, menosprecios, agresiones físicas y amenazas", por lo que señala que, de la prueba practicada en el juicio, se concluye que la víctima estuvo en una situación de "verdadero terror y pánico", lo que le impidió desarrollar su personalidad".

Respecto al intento de asesinato, el Tribunal estima, como el ministerio fiscal, que se da las circunstancias de alevosía, por el carácter sorpresivo de la agresión; y de ensañamiento, apuntando, en este sentido, que "habiendo planeado" acabar con su vida "quemándola viva", muerte que "ya es especialmente angustiosa y dolorosa", previamente el procesado "causa un sufrimiento adicional a la víctima apuñalándola repetidamente", indica la sentencia.

El acusado tiene un trastorno bipolar, aunque el Tribunal entiende que no ha quedado acreditado que en el momento de los hechos se encontrase en una fase activa de esta enfermedad y que ello afectara a su capacidad de entender y de querer". En este punto, se indica que el que dijera no recordar "no corresponde a ningún cuadro psiquiátrico" sino que "se trata de un simulador en cuanto a los hechos", presentando "pérdida de memoria selectiva".

Por último, se le absuelve del delito de quebrantamiento de condena, ya que aunque se le impuso como medida cautelar una orden de alejamiento y la prohibición de comunicar con la exmujer, en ese momento no estaba en vigor, al haber recaído sentencia definitiva y siendo necesario que se hubiera hecho constar en la propia resolución.