MÁLAGA, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Málaga ha condenado a tres jóvenes a tres años de prisión a cada uno por robar en un bazar chino de la capital malagueña y agredir al dueño, al que, además, uno de los acusados dio dos puñaladas, por lo que se le imponen otros tres años más de cárcel y que indemnice al perjudicado con 10.000 euros, aplicándole la atenuante de confesión.
Los hechos sucedieron en enero de 2013. Los acusados fueron a dicho establecimiento junto a un grupo de personas y se apoderaron de varios efectos, como bolsas de patatas o chucherías, "intentando marcharse sin pagar", aunque cuando el dueño y su hija se dieron cuenta fueron a retenerlos, logrando recuperar solo una parte de los alimentos sustraídos.
En ese momento, fueron agredidos por los acusados con patadas y puñetazos, hasta que en un momento de la pelea, uno de los procesados sacó una navaja que portaba y propinó al propietario del establecimiento al menos dos puñaladas, que le ocasionaron heridas que, aunque no afectaron a un órgano vital, podía haber supuesto riesgo para la vida por no recibir pronta asistencia médica.
El perjudicado sufrió pérdida de agudeza visual en el ojo izquierdo y le han quedado otras secuelas; mientras que no consta que la hija sufriera lesiones.
Se condena a los tres jóvenes, entonces con edades comprendidas entre los 20 y 21 años, por un delito de robo con violencia sobrevenida, puesto que fue en un momento posterior a la sustracción de los efectos cuando los acusados "desplegaron su agresividad conjunta contra las víctimas" y sólo fue uno de los procesados el que sacó un arma, por lo que a éste se le condena, además, por un delito de lesiones.
Así, la Sala considera que los tres acusados actuaron de común acuerdo al principio y que uno de ellos "se excedió por su cuenta, sin consentimiento de los demás, pues sacó la navaja que portaba y pinchó a la víctima"; aunque apunta que no consta que tuviera intención de matar, por lo que no le condena por el delito de homicidio en grado de tentativa por el que fue acusado por el fiscal.
Los acusados explicaron en sus declaraciones que el problema comenzó entre una de las amigas que iba en el grupo y la hija del dueño, que agarró a la primera de los pelos, por lo que ellos intervinieron; asimismo, indicaron que pagaron lo que se llevaban. El procesado condenado por las lesiones dijo que cogió la navaja en un momento dado y comenzó a lanzar la mano.