MALAGA 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
La directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, aseguró hoy que espera firmar en un plazo "muy inmediato" el acuerdo definitivo con el Ayuntamiento de Málaga para la instalación del nuevo Centro de Inserción Social (CIS) de Málaga, que, según aseguró, es "una prioridad de la Dirección".
Gallizo aseguró que según la última conversación con el alcalde, Francisco de la Torre, "no parece que haya problemas para que lo podamos firmar en un plazo relativamente breve". De hecho, señaló que le gustaría "tenerlo ya firmado porque es una prioridad de la Dirección General hacer el Centro de Inserción Social de Málaga por las condiciones del viejo y porque nos permitirá albergar a muchas personas".
La ocupación media de esta sección abierta es, según los datos de los sindicatos, de unos 310 internos y más de 500 condicionales que dependen de los servicios sociales externos ubicados en dicho lugar. El edificio, según CC.OO., tiene amplias zonas "literalmente derrumbadas", por lo que los funcionarios de prisiones ya han pedido al alcalde su cierre y declaración en ruina, ya que, entre otros problemas, "los techos pueden venirse abajo en cualquier momento".
El Consistorio de la capital e Instituciones Penitenciarias negocian la permuta del suelo donde se ubica actualmente la prisión de Cruz de Humilladero, utilizada para los presos de tercer grado, y una parcela de 11.000 metros cuadrados en el polígono Guadalhorce, en la que se construiría la cárcel para régimen abierto o CIS, proyecto que, en principio, no cuenta con todo el respaldo deseado por parte de los empresarios de la zona.
MODULO JOVEN DE LA CARCEL
Por otro lado, la directora de Instituciones Penitenciarias visitó hoy la cárcel malagueña de Alhaurín de la Torre, en especial el módulo joven, que cuenta con 42 internos con edades comprendidas entre los 18 y los 21 años. En este sentido, destacó que la última vez que acudió al centro, los jóvenes reivindicaron más actividades y mejoras en el módulo, que se han realizado.
Así, precisó que la idea de que "puedes proporcionar a estos chavales espacios donde puedan desarrollar sus aficiones y puedan aprender un oficio o estudiar y entretenerse" es lo que, según manifestó, "da sentido a nuestro trabajo". Además, resaltó que estas actividades les permite "adquirir valores de normalidad que luego les van a servir para cuando estén en libertad".
Aseguró que uno de los objetivos fundamentales del trabajo con los menores se refiere a la reinserción. A este respecto, no pudo precisar la cifra de reincidencia en los jóvenes, aunque señaló que "una parte importante de las personas que ingresan en prisión siendo muy jóvenes provienen de ambientes muy marginalizados y muy propensos a la relación con el mundo del delito".
Por tanto, abogó por "actuar para cambiar a estas personas, pero también para influir en el medio en el que se desarrollan y en el ámbito familiar y de la comunidad, que es una tarea tan importante como la de aquí". "Todos los esfuerzos que hagamos para evitar la reincidencia y para reinsertar a las personas jóvenes son pocos, porque es una parte del futuro de la seguridad del país", dijo Gallizo, quien insistió en que "toda la inversión es absolutamente productiva e interesante".
Así, reconoció la labor del director del centro, Angel Herbella, y la de todos los profesionales que intervienen en este sentido y subrayó que en este módulo de joven, que se ha pintado de distintos colores, "se ha cambiado la estética dura de todo cemento y todo gris" con lo que se pretende "mejorar el espacio de habitabilidad sin afectar a la seguridad".
De hecho, señaló que este tipo de actuaciones incide en la seguridad "de forma positiva", ya que, según apuntó, "han desaparecido o disminuido extraordinariamente los conflictos, las agresiones o los incidentes que había en el módulo, porque la gente ahora está ocupada, está contenta y mantienen una relación positiva".