MALAGA, 29 May. (EUROPA PRESS) -
Uno de los cinco acusados de matar a un hombre e intentar acabar con la vida de otras tres personas, Lucas V.G., reconoció hoy que disparó contra el marido de su prima y contra dos de los hermanos de éste --uno de ellos murió-- para defenderse y para defender a su hermano y su padre, también acusados pero como cómplice e inductor, respectivamente, en este caso que se juzga desde hoy en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Málaga. El fiscal solicita en total 108 años de cárcel para los cinco procesados.
Los hechos sucedieron en junio de 2003, en la calle Fernández Fermina, en la zona de Cruz de Humilladero y Los Palomares, a raíz de una discusión que mantuvo la pareja formada por Rafael Z.N. y Rocío F.G., en la que él le dijo a ella: "Me cago en tus muertos". Esta frase, según la calificación provisional del fiscal, a la que tuvo acceso Europa Press, fue escuchada por los acusados, tío y primos de la mujer, y provocó su enojo y la posterior reyerta con Rafael, que fue herido, y sus hermanos, Pedro, que resultó muerto; Antonio, que fue también herido, y Estrella.
Lucas V.G. relató que la pelea comenzó porque Rafael "había pegado" a su mujer y aseguró que, sin que él amenazara a nadie, llegaron los hermanos de éste, uno de ellos, Pedro, con una pistola "para dispararme", lo que hizo aunque "sin darme". Luego, el joven perdió el arma, que la cogió el acusado, quien reconoció que disparó a poca distancia contra Rafael, que se dirigía hacia él con un cuchillo "de grandes dimensiones", por "miedo a que me disparara".
Posteriormente, según contó hoy, cuando vio que Antonio estaba pegando a su hermano Eduardo con un bate de beisbol, también disparó contra él y añadió, respecto a la bala que acabó con la vida de Pedro, que apuntó al cuadro de mandos del coche porque "intentaba atropellar a mi padre", Lisardo M.D., que estaba en silla de rueda en aquellos momentos.
"Pido perdón y me arrepiento de ello ante mi Dios", manifestó el acusado, quien aseguró que era la primera vez que disparaba un arma y quien insistió en que la pistola no era de él ni de ninguno de su familia sino que la portaba el fallecido cuando bajó de la furgoneta y se fue para él para dispararle. Además, aseguró que en la huida, él condujo el coche e insistió en que "en ningún momento" disparó a la hermana de Rafael, tercer intento de homicidio que le imputa el fiscal.
Por su parte, Lisardo M.D., también conocido con el nombre de José V.S. y acusado de inducir a sus hijos a cometer el homicidio, aseguró que lo que éstos hicieron fue "defenderse". "Mis hijos no hubieran disparado si no van a por ellos", incidió el procesado, quien dijo que que no vio cómo dispararon, pero intuye que Lucas lo hizo. Además, insistió en que "vinieron a por nosotros para matarnos" y ratificó que por ser el patriarca de la familia "ellos me obedecen".
Negó que incitara a los dos jóvenes a matar a Rafael y a sus hermanos, sino que, al contrario, "yo lo único que quería era que hubiera paz y tranquilidad", apuntó; al tiempo que reiteró que "las víctimas somos nosotros, porque sólo venían a hacernos daño". Asimismo, rechazó que la mujer de uno de sus hijos le facilitara una pistola, que, según señaló, la traía el fallecido cuando se bajó de la furgoneta.
OTROS ACUSADOS
Eduardo, otro hijo de Lisardo, acusado de ser cómplice de homicidio y de las tres tentativas, aseguró que su prima, que se peleó con su marido dando origen a la reyerta entre las familias, era "una mujer maltratada" y aseveró que su hermano Lucas, a quien agradeció que le hubiera salvado la vida al disparar a la persona que le estaba pegando, llegó por la mañana a la casa "encocainado y con alcohol". Asimismo, dijo que en "ningún momento" vio a Lucas apuntando a la hermana de Rafael.
En la sesión de hoy también declararon los dos últimos acusados, la mujer del anterior, María del Carmen C.B., conocida como Samara, quien aseguró que lo único que hizo fue esconderse en casa porque "sabía que venían también a por mi"; y el chófer de la familia, José Antonio G.R., de quien todos los acusados negaron que realizara ese trabajo, así como que condujera el vehículo en la huida hacia Madrid, donde fue detenida la mayoría de los procesados.
Para el fiscal, los hechos constituyen un delito de homicidio, otros tres en grado de tentativa y uno de tenencia ilícita de armas, de los que responsabiliza a Lisardo M.D., solicitando 27 años de cárcel como inductor; a sus hijos Lucas V.G., para el que pide 35 años de cárcel como presunto autor, y Eduardo V.G., para el que solicita condena de 17 años como cómplice, y a la mujer de éste último, como cooperadora necesaria, para la que pide una pena de 27 años de prisión.
Asimismo, al chofer le imputa un delito de encubrimiento, y le pide una condena de dos años; además, pide una medida de alejamiento de los acusados de las víctimas y su familia por tiempo de 10 años. La defensa de la mayoría de los acusados fue dirigida hoy por el letrado Javier Saavedra y, tras la declaración de los acusados y de algunos responsables policiales, el juicio seguirá mañana con más testificales.
