MELILLA 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Dirección General de la Marina Mercante garantizó la seguridad marítima en el transporte entre Melilla y la Península, señalando que la obsolescencia de los buques y el pliego de cláusulas que firmó el anterior ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, son las causas de la situación vivida en las últimas 72 horas, con el barco de Melilla paralizado en el puerto de Málaga.
A través de la Delegación del Gobierno en Melilla, la Dirección General comunicó a Europa Press que los servicios de Inspección Marítima de la Dirección General de Marina Mercante han venido realizando en los últimos días una serie de inspecciones en el buque 'Ciudad de Valencia', que une Málaga y Melilla, para garantizar la seguridad marítima del buque.
"Como fruto de estas inspecciones se ha obligado a la compañía Trasmediterránea a llevar a cabo una serie de acciones correctoras en el mencionado buque, que actualmente aún no han finalizado, y que se están realizando con carácter urgente", lo que ha obligado al buque a permanecer a atracado en el puerto malagueño desde el pasado martes, dejando en tierra a cientos de pasajeros.
Según Marina Mercante, "todos los indicios de los que se disponen apuntan a que estos trabajos finalizarán en un corto periodo de tiempo y se espera que el buque, una vez finalizadas las acciones correctoras, entre en funcionamiento con total normalidad este viernes".
Asimismo, asegura que entre tanto el buque rápido Fast Ferry seguirá doblando el servicio para atender a los pasajeros tal y como lo ha venido haciendo en los últimos días. De igual modo, la Dirección General de la Marina Mercante subrayó que, con independencia de los expedientes que se deriven de la Inspección de Servicio Marítimo, está analizando en la actualidad, a la luz del contrato vigente a la fecha de hoy, la posibilidad de abrir el correspondiente expediente sancionador a la compañía naviera.
Igualmente, destaca que estas situaciones anómalas en el transporte marítimo "vienen derivadas de un contrato anterior, que finaliza al 30 de septiembre de este año, y que posibilita situaciones como las actuales, claramente negativas para los intereses de los melillenses, y que se están corrigiendo con la decidida actuación de la Dirección General de la Marina Mercante".
LAS CULPAS, DE CASCOS
El Gobierno resaltó que el ministro de Fomento anterior, Francisco Alvarez Cascos, "permitió y rubricó un contrato claramente negativo para los intereses en el transporte marítimo de los melillenses". Por ello, recalcó que "toda la responsabilidad de esta desagradable situación recae en el contrato aún vigente firmado por al anterior Gobierno de la Nación del Partido Popular quien permitió, con la firma del mismo, que se produzcan situaciones de desamparo para los melillenses que han vienen utilizando el transporte marítimo como medio de comunicación con la Península; y curiosamente, miembros del Gobierno de la Ciudad Autónoma, con su presidente a la cabeza, se permite criticar en un acto que se puede catalogar de cinismo político, las deficiencias fruto del contrato al que ellos mismos le dieron su aprobación en el momento de su firma" .
Por último, significó que estas situaciones desaparecerán con la aplicación del nuevo contrato de navegación marítima, publicado en BOE, que entrará en vigor el 1 de octubre de este año, "ya que en el pliego de condiciones vienen claramente reflejadas acciones contundentes hacia la empresa que resulte adjudicataria y que no prevea situaciones como las vividas en los últimos días, por lo que se evitarán desajustes como los vividos en las últimas 72 horas en el transporte de Melilla con la Península".