La Costa del Sol tiene, actualmente, 90 chiringuitos de los 400 existentes con la concesión administrativa caducada, según Arrabal
MÁLAGA, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Asociación de Empresarios de Málaga, Miguel Arrabal, transmitió hoy a la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar que los chiringuitos "nunca pueden perder el contacto con la arena" porque, de lo contrario, serían otro tipo de instalaciones, y manifestó que no van a aceptar que estén fuera de ella.
Así, señaló que estos restaurantes playeros forman parte de la idiosincrasia de la Costa del Sol y de su oferta de sol y playa, pero aclaró que merecen seguridad para el desarrollo de su actividad. Arrabal dijo que el primer paso sería otorgar las concesiones administrativas a más de 90 chiringuitos que están pendientes de las mismas desde hace cinco años. Concretamente, desde 1988 y hasta 1991 se dieron concesiones, "con la Ley de Costas ya en vigor", y que caducaron hace un lustro, que, al parecer, "no pretenden o no quieren renovar".
Criticó también que, actualmente, 220 chiringuitos, de los 400 que existen en la provincia y que dan empleo a 20.000 personas, cuentan con una autorización de 20 metros cuadrados dada por Costas "desde hace más de 16 años", a pesar de que "no hay ningún chiringuito de esas dimensiones", y que, según precisó, están pendientes de la concesión "si se suben al paseo marítimo".
"No cabe más el capricho de que haya que llevarlos al paseo marítimo, creemos que éstos son para pasear y en primera línea ya están los restaurantes", aseveró, al tiempo que dijo en rueda de prensa que espera que a final de mes, cuando el secretario general del Mar, Juan Carlos Martín Fragueiro, visite Málaga, se dé una solución. "Como son instalaciones nuevas habrá que irse donde haya que irse, más o menos cerca de la orilla del mar, pero nunca perderemos el contacto con la arena", reiteró a los periodistas.
Igualmente, solicitó que se computen los aseos aparte de los 150 metros cuadrados de superficie que pueden tener los chiringuitos --algo que no pasa en los nuevos de la Misericordia-- y se sitúen de manera adosada a los mismos, de modo que puedan servir a todo el público que visite las playas, aunque sean los empresarios playeros los que se encarguen de su mantenimiento.
Tras la reunión de ayer, en la que no se abordó el tema de los chiringuitos y su mantenimiento en la arena, se acordó que los planes de playas que deben presentar los ayuntamientos, en los que se incluyen los servicios de temporada como hamacas, espeteros o terrazas, deberán estar listos antes del 31 de diciembre de cada año para que entren en vigor en enero, eliminando así el carácter de temporada. "Esto no lo permite la ley en concesión administrativa, sino que es el jefe de Costas el que lo autoriza", aclaró, y confió en que la solución de ayer "no sea transitoria".
ESTABILIDAD
El presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Vicente García, apuntó en rueda de prensa que este "inoportuno conflicto" ha podido provocar "efectos negativos en la temporada turística", y reclamó a Costas que adopte una solución definitiva y consensuada que genere estabilidad entre los empresarios, lo que permitirá "impulsar más la calidad y la sostenibilidad".
Por su parte, el máximo responsable de la Cámara de Comercio de Málaga, Jerónimo Pérez Casero, aseguró que el principal activo de la economía es el turismo "y la seña de identidad del turismo de sol y playa son los chiringuitos". "No se entiende una Málaga sin espetos ni chiringuitos", aseveró, y añadió que, además, es uno de los "pocos sectores que se está salvando de la crisis económica".
PSOE
Por otro lado, el secretario provincial del PSOE, Miguel Ángel Heredia, valoró el acuerdo alcanzado ayer y recordó que es lo que su partido "lleva meses defendiendo", al tiempo que acusó al PP de "hacer un flaco favor" a este sector: "En vez de intranquilizar a miles de familias con una estrategia alarmista, tendría que haber defendido nuestra industria turística".
Así, dijo en un comunicado que los populares han tenido una actitud "irresponsable" y reiteró que lo que se ha conseguido es "mejorar la calidad de los chiringuitos y el entorno de este sector, clave para la economía malagueña".
