SEVILLA, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
El informe de la campaña 2009 de la Consejería de Medio Ambiente realiza anualmente para valorar la eficacia de la lucha integrada para el control de las poblaciones de insectos perforadores revela que se ha producido una mejora general en Andalucía del estado de los montes de coníferas respecto al año anterior, de modo que ha descendido en un 26 por ciento las hectáreas afectadas por la acción de esta plaga.
Según informó la Consejería de Medio Ambiente en un comunicado, Al final de la campaña de 2009 se ha contabilizado un total de 2.996 hectáreas afectadas por perforadores, lo que supone un decrecimiento del 26 por ciento, es decir, 1.058 menos que a finales de 2008, lo que demuestra que los montes andaluces se encuentran en "muy buen estado fitosanitario" con relación a insectos perforadores.
De hecho, en esta campaña sólo se ha detectado actividad de perforadores en Jaén, Almería y Granada. En el resto de las provincias no se han localizado focos virulentos de especial relevancia. Las especies de pinos más afectadas son, por este orden, el pino carrasco, pino negral y pino piñonero.
Tal y como destacó Medio Ambiente, la ausencia de plagas favorece el desarrollo económico y el mantenimiento del empleo en un considerable porcentaje de los municipios rurales andaluces, muchos de ellos dentro de espacios naturales protegidos, que basan su desarrollo socioeconómico en el aprovechamiento de los productos del monte, como el paisaje y la biodiversidad para el turismo, el deporte y el ocio de naturaleza, la madera y la leña, la piña, la resina y la biomasa.
Si bien los insectos perforadores de coníferas forman parte de los ecosistemas forestales, una explosión demográfica debida a un incremento de alimento, es decir de tejidos vivos en árboles debilitados, heridos o recientemente abatidos, los convierte en una plaga, con la consiguiente aparición de daños en masas arboladas o que puedan alterar la persistencia y estabilidad de esas mismas masas.
El resultado de un ataque de perforadores es la muerte de los árboles, con la consiguiente desaparición del paisaje característico de los pinares de Andalucía, tan arraigado en el turismo rural, deportivo o de observación de fauna y de naturaleza.
Con estos buenos resultados, la Consejería de Medio Ambiente ha previsto continuar con los trabajos de control de insectos perforadores durante 2010. Las actuaciones contemplan la colocación y posterior eliminación de cebos colocados estratégicamente en madera apilada.
Las fechas de colocación y renovación dependerán de las circunstancias climatológicas del lugar, la tasa de colonización y del ciclo del insecto sobre el que se actúa.
Por otra parte, se llevan a cabo proyectos de investigación para la localización de nuevas entradas de población, así como ensayos con productos y feromonas para los cebos.