Unas 4.500 personas asisten a los funerales y entierro del obispo emérito de Guadix

Momento de las exequias.
AYUNTAMIENTO
Actualizado: lunes, 14 marzo 2011 21:12

GUADIX (GRANADA), 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

Más de 4.500 accitanos han dado la última despedida al obispo emérito de la diócesis de Guadix, Monseñor Juan García-Santacruz Ortiz, que ha sido enterrado esta tarde en la capilla del Cristo de Burgos de la Catedral de Guadix. El obispo actual de la diócesis de Guadix, Monseñor Ginés García Beltrán, ha oficiado una homilía enmarcada en las exequias describiendo al obispo emérito como "la imagen del Buen Pastor de nuestras almas, Jesucristo".

La Corporación del Ayuntamiento de Guadix ha estado representada en el sepelio, con su alcalde a la cabeza, Santiago Pérez López. Por la capilla ardiente instalada en el Salón Azul del obispado, han pasado a darle el último adiós al obispo emérito de Guadix unas 3.000 personas desde el domingo a las 20,00 hasta este lunes poco antes de la cinco de la tarde, hora a la que ha dado comienzo el funeral de exequias. A la ceremonia han acudido más de 1.500 accitanos que han querido despedirse de Monseñor Juan García- Santacruz Ortiz, que era obispo emérito de Guadix desde hacía poco más de un año: desde que el 27 de febrero de 2010 fuese ordenado obispo accitano el actual prelado.

Desde aquél día, Juan García-Santacruz pasó a ser obispo emérito de la diócesis de Guadix y marchó a Toledo, donde ha residido en compañía de su familia. Tenía 78 años y ha permanecido en la diócesis accitana algo más de 17 años como obispo titular. Además, era hijo adoptivo de Guadix por acuerdo de la Corporación Municipal. Desde el Consistorio accitano, se ha decretado que las banderas del Ayuntamiento de Guadix ondearán a media asta hasta este martes.

En su homilía, el actual obispo de Guadix ha destacado la "sencillez" con la que su antecesor "realizó esta hermosa experiencia de ser principio y testigo de comunión, y no solo con los de dentro, sino también con los de fuera". Y es que Juan García-Santacruz ejerció su ministerio "siempre, sin cansarse, con la confianza puesta en la Palabra de Dios". "Ahora es el Señor quien tiene que hacer fructificar su trabajo y el que tiene que darle la recompensa del que lo ha dejado todo por Él", ha enfatizado.