SEVILLA, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica, plantea una línea de financiación europea, que se encuadraría dentro de la iniciativa 'LifeWatch', para paliar las pérdidas del suelo en la cuenca --especialmente recurrente en zonas de olivar-- como consecuencia del fenómeno de erosión.
Ésta, según han precisado a Europa Press fuentes de la confederación, surge como consecuencia de las prácticas agrícolas en la tierra, actividades en las que, como administración, no tienen competencia directa. Por ahora, la CHG sólo trabaja de manera directa en un proyecto con la Escuela de Caminos de Granada que realiza estudios en la zona del embalse de Cubillas.
El pasado año el ente sí daba cuenta de la conformación de un grupo de trabajo que incluía, además de a representantes de la administración, a otros agentes como ambientalistas o universidades, al objeto de paliar las pérdidas de suelo.
Se trata, según explicaba entonces a Europa Press el presidente de la CHG, Antonio Ramón Guinea, de un problema "grave", pues ha empeorado por las cambios de cultivo y las formas de agricultura "que han hecho avanzar estos procesos".
En este sentido, Ramón Guinea ponía el ejemplo del olivar, un cultivo con mucha presencia en Andalucía, sobre todo en la vertiente oriental, y que supone una "bendición", si bien las nuevas metodologías han impuesto un cambio de disposición de los terrenos y casos tales como que "donde antes había un cereal ahora hay arboleda".
"Es un problema grave, también, por el transporte sólido que llevan los ríos. Hay muchas zonas en nuestra cuenca que tienen muy poca pendiente, los materiales obstruyen y se crean volúmenes tremendos y problemas difíciles de resolver", lamentaba el presidente del organismo de cuenca, que, con todo, apuntaba que las universidades tratan de plantear soluciones a la cuestión.
PÉRDIDA DE FERTILIDAD EN EL SUELO
Ya hace años que la CHG advierte de los "importantes" niveles de pérdida de suelo en una parte de Andalucía que alberga, precisamente, el nacimiento de la cuenca de este cauce fluvial --se sigue así la máxima geológica según la cual la cabecera alta erosiona, sedimentando en la media--, algo que se ve agravado por las "muchas" hectáreas de olivar, algunas de ellas en terrenos con considerable pendiente y una orografía peculiar.
Se trabaja en la corrección hidrológico-forestal, tanto en la mejora de las masas arbóreas como en aquellas zonas donde se puede acometer este tipo de restauración, con obras de barrancos, diques y cubierta vegetal que sujete el suelo.
El problema, que se deja ver especialmente en aquellas provincias que cuentan con más hectáreas de olivos --Jaén, Córdoba y Granada--, no es baladí, en tanto que el río, al llevar barro y limo, anega canales y atasca filtros y embalses, que pierden capacidad: llegan más sólidos al estuario, por lo que también se trata de un problema de calidad de las aguas, y se pierde fertilidad en el suelo.
Dada la presencia de 13.000 kilómetros cuadrados de olivar en la cuenca, con 500.000 hectáreas de riego, hay algunos sitios donde hay más de 80 toneladas por hectárea y año de pérdida de suelo.
