Córdoba.- El obispo pide a los padres que se tomen "muy en serio" el "educar cristianamente a sus hijos"

Actualizado: viernes, 28 diciembre 2007 18:47

CÓRDOBA, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -

El obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, en una carta pastoral elaborada con motivo de la celebración el próximo domingo de la fiesta de la Sagrada Familia, "modelo de las familias cristianas", pidió a los padres "que tomen muy en serio la responsabilidad de educar cristianamente a sus hijos".

En la pastoral, a la que ha accedido Europa Press, Asenjo, quien también invitó a todas las familias cristianas de la Diócesis de Córdoba a participar el próximo domingo en Madrid en la llamada Jornada de la Familia, convocada por los movimientos y nuevas realidades eclesiales, explicó que ahora "no soplan vientos favorables" para la propuesta de vida familiar que simboliza la Sagrada Familia, ya que, "por desgracia, la fe y la esperanza en la vida eterna se ha ido desdibujando en la conciencia de muchos cristianos como consecuencia de la secularización, y así lo ponen de manifiesto las encuestas".

Otra consecuencia del secularismo, según subrayó Asenjo, "es la dimisión de muchos padres de su obligación fundamental de ser los primeros comunicadores de la fe a sus hijos", de tal modo que "hoy son legión los matrimonios que no enseñan a sus hijos a rezar, ni les inician en el conocimiento del Señor o en la devoción a la Virgen, en el descubrimiento del prójimo o la experiencia de la generosidad, en las virtudes y normas morales y, mucho menos, en la esperanza cristiana, que tiene su culmen en la posesión de Dios después de nuestra peregrinación en este mundo".

"No es extraño, pues --prosigue la pastoral--, que abunden entre nuestros niños, adolescentes y jóvenes conductas insolidarias y egoístas, cuando no delictivas, y que en tantos casos el horizonte vital de muchos de ellos sea chato, alicorto y sin la amplitud de ideales que ha caracterizado siempre a la juventud".

El Catecismo de la Iglesia Católica, según recordó el obispo de Córdoba, "nos dice que la fecundidad del amor conyugal no se reduce sólo a la procreación de los hijos, sino que debe extenderse también a su educación moral y a su formación espiritual", y "nos dice también que los padres deben mirar a sus hijos como a hijos de Dios y que han de educarlos en el cumplimiento de la Ley de Dios, mostrándose ellos mismos obedientes a la voluntad del Padre".

En consecuencia, los padres "son los primeros responsables de la educación de sus hijos" y deben ejercer esa responsabilidad "creando en su hogar una atmósfera que haga posible la ternura, el perdón, el respeto, la fidelidad, la responsabilidad, el servicio desinteresado y la fraternidad", ya que "el hogar es el lugar más apropiado para la educación en las virtudes, para el aprendizaje de la abnegación, la austeridad, el amor a la verdad, el espíritu de sacrificio, la laboriosidad y el dominio de sí, condiciones de toda libertad verdadera".

Los padres, por otra parte, "han de enseñar a sus hijos a apreciar los valores espirituales por encima de los intereses materiales, procurando al mismo tiempo enseñarles con el ejemplo de una vida cristiana inspirada en el Evangelio", según destacó Asenjo.

En conclusión, "la catequesis familiar precede, acompaña y enriquece la formación religiosa que se recibe en la catequesis parroquial o en la enseñanza religiosa escolar, que los padres han de procurar también para sus hijos, conscientes de que esta es la mejor herencia que pueden dejarles".