Empresarios de alimentación en Andalucía piden protocolos de actuación "claros" ante casos de emergencia

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SEVILLA 29 Abr. (EUROPA PRESS) -

El director general de la Confederación Andaluza de Empresarios de Alimentación y Perfumería (CAEA), Álvaro González Zafra, ha denunciado este martes las dificultades del sector de la distribución comercial durante el reciente apagón eléctrico, destacando que "los establecimientos comerciales, tanto mayoristas como minoristas, requieren de la electricidad para poder funcionar" con sistemas como refrigeración, informática y cajas.

Ante esta situación, en una serie de vídeos remitido a Europa Press, González Zafra ha reclamado "a las autoridades y a las administraciones la máxima coordinación y protocolos de actuación claros para casos de emergencia", subrayando que "solo nos acordamos de los supermercados y de la distribución comercial cuando las crisis ya han surgido".

En este sentido, el directivo ha reivindicado el carácter esencial del sector y su obligación de "garantizar el abastecimiento de alimentos y productos básicos a la población".

Tras el restablecimiento del suministro eléctrico, el representante de CAEA ha confirmado que "las tiendas están abiertas con normalidad" y ha garantizado el abastecimiento, "salvo el caso de productos concretos o retrasos en las entregas, especialmente de frescos". Asimismo, ha puesto en valor "el enorme esfuerzo de los trabajadores" en plataformas logísticas y tiendas.

El directivo ha recordado la capacidad del sector para responder en crisis anteriores como "la pandemia, los paros de transportistas, la erupción del volcán de La Palma, la borrasca Filomena o las recientes inundaciones en Andalucía". En este contexto, ha hecho "un llamamiento a la compra responsable, a la compra moderada, a no hacer acopios extraordinarios de productos".

González Zafra ha explicado que durante el apagón "sólo algunas tiendas cuentan con generadores propios" y que "incluso en estos casos su potencia y duración es limitada", lo que obligó a muchas empresas "a activar los planes de contingencia y a cerrar sus tiendas". Aquellas que permanecieron abiertas experimentaron "picos de demanda significativos" en productos como agua, pan, conservas, pilas, velas y papel higiénico.