Fiscal ve "a traición" el crimen del Zaidín y mantiene su petición de 21 años para el acusado

Acusado De Matar Al Exmarido De Su Esposa, En La Audiencia De Granada
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 31 mayo 2012 17:21

GRANADA, 31 May. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía de Granada ha considerado este jueves que el asesinato que se produjo el pasado 10 de diciembre de 2010 en las inmediaciones de un punto de encuentro familiar en el barrio del Zaidín, donde un hombre falleció al recibir dos tiros con una escopeta de caza, se produjo "a traición" por su autor, que se acercó por su espalda y que además se "camufló" con una peluca y unas gafas de sol oscuras para evitar ser reconocido por los posibles testigos.

Durante la cuarta y última sesión del juicio que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Granada, el Ministerio Público ha considerado que todos los indicios que han apuntado al acusado del crimen, el marido de la exesposa del fallecido, se han convertido en prueba de cargo, con lo que ha ratificado para él su petición de 21 años de prisión, por un delito de asesinato con agravante de disfraz y por tenencia ilícita de armas.

Para el fiscal, el procesado, José Manuel A.P., "no tiene coartada", ya que se encontraron en su cuerpo partículas "específicas" de residuos de disparo, que no pudieron ser producto de la contaminación por la manipulación de petardos, y no está acreditado que el testimonio aportado por su suegra, que aseguró que estuvo toda aquella tarde de invierno junto a ella, no fuera interesado. "El encubrimiento entre parientes no es delito", ha indicado la acusación pública, que ha incidido además en que el procesado ya tuvo con el fallecido un incidente previo, en el que le dio un puñetazo en otro punto de encuentro familiar, por el que fue condenado en firme.

El representante de la Fiscalía ha recordado que, pese a que el primer disparo que se realizó contra la víctima ya la había matado, porque fue en la cabeza, el autor del crimen le dio uno más cuando ya estaba tendido en el suelo, en la espalda, lo que, a su entender, fue algo "innecesario", que formó parte de unas circunstancias que podrían calificar lo ocurrido como una muerte "a traición", ya que el ataque fue además por la espalda.

Por otra parte, una vez enumeradas las razones que llevan al Ministerio Público a considerar que se ha desvirtuado la presunción de inocencia del procesado, el fiscal ha preguntado a los nueve miembros del jurado que habrán de emitir su veredicto "¿Quién, que no fuera el acusado, podría tener interés en matar a la víctima?", a lo que ha contestado: "Quien le amenazó con pegarle un tiro", una amenaza de la que dio cuenta la pareja del fallecido durante este miércoles.

"CASUALIDADES"

El abogado de la acusación particular, que representa a la familia del fallecido, ha destacado las "casualidades" que se han dado en este caso. En primer lugar, que ese día el acusado no fuera a acompañar a su esposa al punto de encuentro familiar, que ella llegara a ese lugar antes de lo previsto, aunque no era habitual, que él hubiera estado manipulando petardos, que lavara el coche aquel día pese a que su hijo se había quedado con fiebre en casa y su mujer ya le había informado de que había habido un "tiroteo" en el punto de encuentro familiar, que ya hubiera habido una agresión previa por su parte, o que se encontraran matrículas en su vehículo que no se correspondían con su número de bastidor, entre otras.

"Son demasiadas casualidades", ha sostenido el letrado, que ha resaltado además las "contradicciones" de los familiares del inculpado al testificar. Según ha indicado, el fallecido, que entonces tenía 43 años, "no tenía más enemigo" que el acusado. "Fue víctima de un vil asesinato", ha destacado.

La defensa, que pide la libre absolución, ha hecho hincapié sin embargo en que en este caso existe una "duda razonable" y ha pedido al jurado que así lo tenga en cuenta, ya que "es mejor que haya un millón de culpables en la calle que un solo inocente en la cárcel". Para justificar su posición, ha recordado que ninguno de los testigos presenciales ha reconocido con exactitud al procesado, y que incluso no han coincidido en la altura, complexión o edad de la persona a la que vieron huir del escenario del crimen con una peluca y unas gafas de sol. "No hay prueba de cargo y puede que todo se produjera como nosotros hemos defendido", ha indicado el letrado, que ha intentado demostrar durante el juicio que la aparición de partículas de residuos de disparo se pudo producir por una contaminación fortuita.

Para ello, este jueves han sido citados como peritos por la defensa dos catedráticos de Medicina, expertos del Departamento de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de Granada, que han expuesto una serie de estudios que se han elaborado al respecto y han asegurado que la transferencia de este tipo de partículas se puede producir en la propia Comisaría, en el coche-patrulla, o incluso cuando se manipula un coche, porque los mismos metales que revela la prueba para detectarlas (plomo, antimonio y bario) se desprenden en el proceso de frenada. No obstante, han señalado que las investigaciones que se han hecho se han centrado en las comisarías de Baltimore (EEUU), y nunca en España.

Los técnicos que realizaron el análisis de las pruebas que se tomaron de manos, rostro y cabeza del acusado para detectar posibles partículas, han certificado sin embargo que éstas sólo pueden aparecer tras un disparo, por la "nube" de detonación del arma, aunque no han descartado una posible contaminación. "Habría que analizar las circunstancias concretas", han mantenido los expertos, que encontraron un total de once partículas en las manos, rostro y cabeza del acusado, entre específicas y compatibles.

Tras la práctica de toda la prueba prevista, el presidente del tribunal, magistrado de la Sección Segunda, habrá de entregar el objeto del veredicto al jurado, que tendrá entonces que reunirse para emitir su dictamen de culpabilidad o no culpabilidad, que previsiblemente hará este viernes.